El coronavirus, o COVID-19, no es el primer germen que arrasa el planeta, ni será el último. A diario nos bombardean con microbios que pueden causar enfermedades graves o incluso mortales. Aunque actualmente somos más conscientes del potencial mortal de las enfermedades víricas, siempre hemos estado en riesgo. Nuestro sistema inmunitario es lo único que se interpone entre nosotros y la amenaza de las enfermedades víricas. Nuevas investigaciones sugieren que la melatonina favorece la salud del sistema inmunitario, lo que hace que nuestros ritmos circadianos sean más importantes y relevantes que nunca.
El sistema inmunitario y los relojes internos
Aunque pensamos en la melatonina principalmente como una hormona del sueño, tiene un papel establecido en la salud y la curación. Este bioquímico actúa como antioxidante, ayudando a eliminar las toxinas de nuestras células para que puedan reconstruirse después de una inflamación o incluso simplemente del estrés del metabolismo diario. Dado que nuestro sistema inmunitario provoca una gran inflamación como parte de su labor de lucha contra bacterias y virus, esta actividad antioxidante es crucial para nuestra salud.
Los científicos creían que la melatonina era producida exclusivamente por las zonas de nuestro cerebro dedicadas a regular el ritmo circadiano. Sin embargo, ahora sabemos que no es así. Diversos tejidos humanos producen melatonina, incluidos los tejidos gastrointestinales y ciertas células inmunitarias.
Esto sugiere que la melatonina puede estar implicada en el sistema inmunitario por algo más que sus efectos antioxidantes y antiinflamatorios. Una nueva oleada de estudios sobre este tema ofrece nuevas pruebas de que la melatonina favorece la salud del sistema inmunitario de diversas maneras.
Cómo contribuye la melatonina a la actividad del sistema inmunitario
Dado que la melatonina disminuye la inflamación, una característica clave de la actividad inmunitaria, en un principio se creyó que actuaba como inmunosupresor. Sin embargo, desde hace tiempo se ha observado que las personas que descansan más se recuperan más rápidamente de las infecciones y tienen menos probabilidades de enfermar.
Nuevos estudios sugieren que la melatonina desempeña un papel complejo en la salud del sistema inmunitario, actuando como modulador inmunitario. Esto significa que aumenta la respuesta inmunitaria en algunos casos y mitiga sus efectos en otros. Esto puede ser especialmente beneficioso en infecciones por virus como el coronavirus, en las que el sistema inmunitario puede reaccionar de forma exagerada y provocar fallos orgánicos.
Nuestro sistema inmunitario, como tantas otras áreas de nuestra vida, debe regularse cuidadosamente para evitar tanto reacciones exageradas como reacciones insuficientes. La melatonina proporciona esta moderación necesaria, favoreciendo una actividad inmunitaria óptima y la protección contra las enfermedades infecciosas.
Inmunidad cuando más se necesita
La mayoría de nosotros tenemos sistemas inmunitarios plenamente funcionales que pueden hacer frente a diversas enfermedades infecciosas. Sin embargo, ciertos grupos pueden beneficiarse enormemente de cualquier refuerzo inmunitario. La melatonina parece desempeñar un papel especialmente importante en el sistema inmunitario de las personas mayores, que son las que corren un mayor riesgo de sufrir complicaciones graves y morir a causa de infecciones.
Además, la melatonina parece tener efectos inmensos en la forma en que nuestro sistema inmunitario trata el cáncer. Las células inmunitarias de nuestro organismo desempeñan un papel fundamental a la hora de reconocer y detener el cáncer en sus fases más tempranas. La melatonina parece ayudar a nuestro sistema inmunitario a identificar los cánceres en ciernes en el momento en que aparecen. Esta puede ser la razón por la que el insomnio y otros trastornos del sueño aumentan las tasas de cáncer de mama y otros tumores malignos mortales.
En la actualidad no conocemos todas las formas en que la melatonina contribuye a la salud del sistema inmunitario. Sin embargo, está claro que necesitamos grandes cantidades de esta hormona para la salud de todo nuestro organismo.
¿Obtiene la melatonina que necesita?
La melatonina se produce en el cerebro y en diversos tejidos del cuerpo. Sin embargo, esto no significa que la mayoría de la gente moderna esté obteniendo la cantidad que necesita para una buena salud del sistema inmunitario.
Los trastornos del sueño son un problema creciente en nuestro mundo, que afecta a la mayoría de las personas en algún momento de su vida. Millones de personas en todo el mundo afirman no haber dormido lo suficiente en el último mes, y muchas tienen problemas para conciliar el sueño cada noche. En total, alrededor del 30% de la población padece algún tipo de trastorno del sueño.
Muchas personas con trastornos del sueño no producen la melatonina que necesitan para dormir y para gozar de buena salud. En un mundo que parece diseñado para desincentivar el sueño, esto no debería sorprendernos. Muchos de nosotros tenemos trabajos que nos impiden tener un horario normal. Otros vivimos en zonas con altos niveles de contaminación lumínica, lo que puede reducir significativamente la producción de melatonina. Con los teléfonos inteligentes y otras pantallas bien iluminadas omnipresentes en nuestros dormitorios, también puede suponer un reto para las personas que no están durmiendo lo que necesitan.
Aumentar la melatonina de forma natural
¿Cómo puede nuestra población sobrecargada de trabajo y poco descansada obtener la melatonina que necesitamos para combatir las infecciones? Los cambios en el estilo de vida pueden influir. Por ejemplo, apagar las pantallas y las fuentes de luz una hora antes de acostarse puede ayudar a producir más melatonina y a dormir mejor. Además, limitar la contaminación lumínica con cortinas opacas también puede ser beneficioso. Para las personas que no pueden cambiar fácilmente su estilo de vida, los suplementos de melatonina pueden ayudar a proporcionar niveles saludables de la hormona.
Independientemente de cómo consiga dormir lo suficiente, es importante que se fije este objetivo. Dormir bien es esencial no sólo para la salud inmunitaria, sino para casi todos los aspectos del bienestar.