La siesta suele tener mala fama en Occidente. Mientras que muchas culturas de climas meridionales disfrutan de una siesta por la tarde, la mayoría de los habitantes del mundo desarrollado se sienten culpables de su necesidad de dormir durante la jornada laboral. Sin embargo, la siesta no es sólo un signo de pereza o insomnio. Varios estudios han demostrado que dormir la siesta por la tarde puede ser beneficioso tanto para el cuerpo como para la mente. Según una nueva investigación realizada en Grecia, la siesta reduce la tensión arterial tanto como los medicamentos antihipertensivos habituales.
Alto riesgo de hipertensión
Millones de personas en todo el mundo luchan contra la presión arterial alta, o hipertensión. La hipertensión es más común a medida que la gente envejece y sus arterias se vuelven más frágiles. Aunque es normal que la presión arterial aumente a medida que envejecemos, los efectos negativos de la hipertensión son innegables.
La hipertensión es un riesgo crucial para la salud. Nuestras venas y arterias son como tuberías. El aumento de la presión incrementa la posibilidad de fugas, que pueden ser mortales en la anatomía humana. Cuando los delicados vasos de paredes finas de nuestro cerebro tienen una fuga, el resultado es un derrame cerebral. En otras zonas del cuerpo, puede provocar un infarto mortal o una hemorragia grave.
Las personas hipertensas corren mayor riesgo de padecer diversas enfermedades, desde ictus e infartos hasta insuficiencia renal, lesiones oculares y disfunción sexual. Dependemos de nuestro sistema cardiovascular para hacer llegar la sangre a todos nuestros órganos, por lo que un compromiso de este sistema puede tener diversos efectos en casi todos los sistemas de nuestro cuerpo.
Controlar la hipertensión es esencial para mantener una buena salud. La mayoría de los médicos modernos confían en los cambios en el estilo de vida y en los medicamentos para mantener la tensión arterial dentro de unos límites saludables. Sin embargo, una simple siesta puede tener efectos similares.
Cómo la siesta reduce la tensión arterial
Mucha gente siente la necesidad de echarse una siesta por la tarde, pero la mayoría de nosotros resistimos este impulso. Sin embargo, es posible que lo hagamos en detrimento de nuestra salud cardiovascular.
En un estudio reciente, investigadores griegos analizaron a más de 200 pacientes con hipertensión. Alrededor de uno de cada cuatro padecía también diabetes de tipo 2, adicción al tabaco o ambas cosas. En otras palabras, eran los típicos ancianos del mundo occidental.
La mitad de estas personas tomaban medicamentos comunes para la tensión arterial. La otra mitad, en cambio, disfrutaba de una siesta por la tarde. Los investigadores descubrieron que las personas que optaron por la siesta experimentaron una disminución de la tensión arterial de unos 5 mmHg, la misma cantidad media observada con los medicamentos comunes para la tensión arterial.
¿En qué medida puede reducir la presión arterial la siesta? Sólo sesenta minutos de sueño por la tarde pueden suponer un descenso de unos 3 mmHg. Incluso una siesta corta puede tener enormes efectos sobre la salud.
Aunque esta disminución pueda parecer pequeña, puede tener un efecto significativo sobre el riesgo para la salud. Un descenso de tan sólo 2 mmHg puede significar hasta un 10 por ciento de disminución del riesgo de infarto de miocardio y otras complicaciones mortales. Las personas que toman el estándar de oro de los medicamentos antihipertensivos pueden tener la misma reducción de la presión arterial que se observa en las personas que se limitan a dormir unos minutos por la tarde.
Esto es significativo porque los medicamentos más comunes para la presión arterial tienen graves efectos secundarios. Pueden provocar deshidratación, tos intensa y otros efectos no deseados para la salud. La siesta, en cambio, no tiene efectos secundarios negativos. De hecho, según un amplio conjunto de investigaciones recientes, la siesta puede ser beneficiosa para la salud en muchos aspectos.
Otros beneficios de la siesta
La siesta no sólo es beneficiosa para la tensión arterial. Nuestro cuerpo se beneficia de muchas maneras cuando dormimos lo que necesitamos, aunque sea por la tarde.
Albert Einstein y Thomas Edison son famosos admiradores del sueño de media tarde. Esto no sorprende a los investigadores modernos. Se ha descubierto que dormir la siesta nos hace estar más alerta y mejora el estado de alerta. Entre los muchos beneficios basados en pruebas se incluyen
- mayor estado de alerta
- mejor memoria, tanto a largo como a corto plazo
- menor riesgo de enfermedades cardiacas
- menos estrés, con niveles más bajos de hormonas del estrés
- menor peso, con un menor riesgo de aumento de peso
- mayor respuesta inmunitaria frente a bacterias y virus
- mejor rendimiento físico
- mejor respuesta a los estímulos sensoriales
- mejor toma de decisiones
- mayor creatividad
Dormir la siesta no es mera pereza. Es una forma de resetearse de un día ajetreado y de asegurarse de que se aprovecha al máximo cada hora de trabajo. Aunque mucha gente moderna sigue considerando la siesta como un hábito perezoso, en realidad es un hábito que conduce a una mayor productividad y creatividad.
¿Es la siesta adecuada para usted?
Dormir la siesta puede aumentar la productividad y disminuir el riesgo de morir por diversas enfermedades mortales. Sin embargo, esto no significa que sea adecuado para todo el mundo. El objetivo de los sesteadores modernos es dormir alrededor de una hora y no más. Además, es importante planificar las tareas que requieren creatividad para que se realicen después de la siesta.
Aún no disponemos de información científica sobre lo que constituye la siesta perfecta. Sin embargo, sabemos que al menos sesenta minutos de descanso son esenciales para disminuir la tensión arterial. La siesta de la tarde puede parecer un capricho, pero en realidad puede ser crucial para su rendimiento a lo largo del día.