En Estados Unidos, el estado de California ha modificado recientemente la legislación estatal sobre la hora a la que pueden empezar las clases por la mañana. El proyecto de ley firmado por el gobernador menciona específicamente el problema de la falta de sueño entre los estudiantes de secundaria y bachillerato. Teniendo en cuenta que el 73% de los adolescentes no duermen las horas recomendadas, la cuestión del retraso de la hora de inicio de las clases es un asunto serio que afecta a la salud, el rendimiento escolar y el bienestar mental.
Según la nueva ley, los centros de enseñanza media no podrán empezar el día antes de las 8.00 horas, y los de secundaria lo harán un poco más tarde, no antes de las 8.30. California no es el único lugar que está tomando medidas para ajustar el horario escolar. Sin embargo, no todos los estudiantes están satisfechos con este cambio.
El retraso de la hora de comienzo de las clases afecta al transporte y a la programación de actividades
Mientras que algunos estudiantes están contentos de tener el sueño extra, hay otros que no están tan contentos con el corolario necesario para comenzar la escuela más tarde – terminar la escuela más tarde en la tarde. Los alumnos afirman que salir más tarde del colegio les dificulta participar en todas las actividades extraescolares que les gustaría.
Lagestión del tiempo se vuelve complicada para algunos, ya que intentan encajar los deberes en las tardes y noches con menos tiempo. Otro problema mencionado por los estudiantes es el transporte, sobre todo entre aquellos cuyos padres les llevan al colegio de camino al trabajo. Puede que el horario escolar del alumno haya cambiado, pero no el horario laboral de sus padres. Para algunos, eso significa que les dejan antes en el colegio o que tienen que buscar otra forma de llegar.
Lo que dicen los expertos
Las autoridades escolares y gubernamentales, en su mayoría, no están cambiando los horarios escolares al azar ni lo hacen por su propia conveniencia. Está demostrado que el sueño, tanto en cantidad como en calidad, está estrechamente relacionado con la salud, el rendimiento cognitivo -incluidos la memoria y el aprendizaje- y el bienestar mental. Citando a la Academia Americana de Medicina del Sueño, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan que los adolescentes duerman entre 8 y 10 horas cada noche. Los ritmos circadianos de los adolescentes tienden a ser más tardíos que los de los niños y los adultos, lo que significa que su ritmo natural es, por término medio, dormirse y despertarse más tarde.
Los horarios escolares más tempranos se oponen fuertemente a lo que parece ser el ritmo circadiano natural de los adolescentes, lo que ha llevado incluso a los CDC a expresar su preocupación por el hecho de que los horarios de inicio de las clases sean demasiado tempranos en la mayor parte del país. Según los resultados de un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Washington y del Instituto Salk de Estudios Biológicos, si se retrasa el horario de entrada en el instituto, se duerme más y se sacan mejores notas. Los resultados del estudio, publicado en la revista Science Advances, demostraron que empezar las clases 55 minutos más tarde daba lugar a 34 minutos más de sueño por noche escolar y a un aumento del 4,5% en las notas finales del curso.
No todos los expertos están de acuerdo
La información y la ciencia evolucionan y no todos los expertos ven las cosas de la misma manera. Investigadores especializados en cronobiología, el estudio de los ritmos biológicos, compararon a adolescentes europeos que llevaban la típica vida moderna occidental con adolescentes africanos que llevaban un estilo de vida de cazadores-recolectores y pasaban gran parte de su tiempo diario al aire libre. Descubrieron que los adolescentes europeos se ajustaban al modelo de ritmo circadiano tardío común al adolescente moderno medio, pero no así los adolescentes cazadores-recolectores. En cambio, el ritmo natural de estos adolescentes parecía ser el de acostarse temprano y levantarse al amanecer.
Los investigadores sugieren que el ritmo circadiano más tardío de los adolescentes que llevan una vida moderna típica puede no ser un ritmo natural, sino más bien una señal de que, durante la adolescencia, el ritmo circadiano puede ser más vulnerable a las alteraciones provocadas por la luz, las actividades y otros factores relacionados con el estilo de vida que afectan al ritmo circadiano.
Hay que tener en cuenta el estilo de vida
Dormir lo suficiente y bien es esencial para la salud, tanto a corto como a largo plazo. En otras palabras, las elecciones y los hábitos de sueño desarrollados en la juventud pueden afectar a la persona durante toda su vida. Un sueño insuficiente y de mala calidad se asocia a un mayor riesgo de padecer numerosas enfermedades, como obesidad, diabetes de tipo 2, enfermedades cardiovasculares e incluso algunos tipos de cáncer. También está relacionado con un mayor riesgo de trastornos del estado de ánimo y otros problemas de salud mental.
Sin embargo, muchos adolescentes luchan por satisfacer las exigencias del día y dormir lo suficiente. El exceso de horarios es real y demasiado frecuente. Si, como afirman algunos estudiantes, empezar el colegio un poco más tarde significa que es difícil compaginar las actividades extraescolares con los deberes y otras obligaciones, quizá sea el momento de reevaluar la carga de actividades y establecer prioridades que reflejen mejor las necesidades de salud y bienestar, aunque eso signifique suprimir una o dos actividades para disponer de más tiempo para dormir mejor.
Algo en lo que coinciden los expertos
Aunque puede haber diferentes puntos de vista sobre la hora de inicio de las clases y los ritmos circadianos de los adolescentes, hay algo en lo que los expertos están de acuerdo: la importancia de dormir lo suficiente cada noche. Los legisladores y los distritos escolares que analizan los datos e intentan algo nuevo (retrasar la hora de inicio de las clases) para abordar el problema del sueño son dignos de elogio por reconocer un problema e intentar resolverlo. Sin embargo, es importante señalar que la hora de inicio de las clases no es el único factor. Las opciones de estilo de vida también son importantes.