Mucha gente asocia el invierno y los meses fríos con las enfermedades, y con razón. El riesgo de contraer resfriados y gripe suele ser mayor durante los meses de invierno, ya que pasamos más tiempo en casa. Además, existen otros riesgos para la salud, como un mayor riesgo de congelación e incluso de infarto. Sin embargo, los meses de frío también pueden ser beneficiosos para la salud física y psicológica. Entre los beneficios para la salud del clima frío se incluye dormir mejor, lo que puede suponer una ventaja fisiológica en varios sentidos.
Los riesgos del frío para la salud
Muchas personas temen los largos, fríos y oscuros meses de invierno. Hay varias razones para ello. En primer lugar, muchas personas se fatigan o incluso se deprimen por la falta de luz. En segundo lugar, el frío del invierno puede plantear riesgos muy reales para la salud. Las personas corren un riesgo adicional de congelación y otras lesiones provocadas por el frío. Además, el intenso clima invernal puede obligar a permanecer más tiempo en casa. Esto no sólo pone fin temporalmente a muchas de nuestras actividades favoritas, sino que también conduce a una tasa notablemente más alta de enfermedades infecciosas como los resfriados y la gripe.
Ciertos problemas de salud también parecen empeorar en invierno por razones que no comprendemos del todo. Por ejemplo, la tensión arterial aumenta, al igual que el índice de afecciones cardiacas. Los síndromes cardiovasculares como el infarto de miocardio y la angina de pecho son más frecuentes y también más mortales en los meses fríos. A pesar de los esfuerzos por mitigar los riesgos del frío, como la vacunación pública contra ciertas cepas de la gripe, el invierno es una época en la que simplemente tenemos más probabilidades de enfermar.
¿Podría ser beneficioso para la salud el frío?
Aunque no cabe duda de que los meses de frío entrañan riesgos para la salud, también parece haber algunos beneficios importantes. En primer lugar, el frío aumenta el metabolismo, lo que significa que el cuerpo quema más calorías. Esto parece ocurrir a través de la activación de la grasa parda, un tipo especial de grasa destinada a mantener calientes a los animales. El frío también puede disminuir la inflamación, razón por la que la gente suele ponerse hielo en las lesiones.
La luz ambiental también puede influir en el sueño en invierno. Nuestro cuerpo no produce melatonina, una hormona esencial para conciliar el sueño, hasta que nuestras retinas dejan de percibir incluso pequeñas cantidades de luz. La nubosidad del invierno y las noches mucho más largas facilitan que muchas personas duerman profundamente. Una vez apagadas las luces de Navidad, las noches de invierno suelen ser largas, frías y oscuras, condiciones óptimas para conciliar el sueño.
Sin embargo, el verdadero beneficio del frío, según un estudio reciente, es una mayor calidad del sueño. Las personas se duermen y permanecen dormidas más fácilmente cuando su temperatura corporal es unos grados más baja que durante el día. Se ha comprobado, por ejemplo, que los gorros fríos tratan eficazmente ciertos tipos de insomnio. Las personas con apnea del sueño también se ven menos afectadas por el frío. Como se sabe que el sueño afecta a la salud de diversas maneras, la mayor calidad del sueño en los meses de invierno puede tener un impacto físico muy real a lo largo de nuestra vida.
La relación entre la temperatura y el sueño
¿Cómo puede exactamente el frío hacer que la gente duerma mejor? La temperatura corporal y el ritmo circadiano están relacionados de diversas maneras. En primer lugar, es probable que los seres humanos evolucionaran para percibir el descenso nocturno de la temperatura como una señal biológica de que pronto sería hora de dormir, mientras que perciben el calentamiento al salir el sol como una señal de que es hora de despertarse. La melatonina también parece provocar un descenso de la temperatura corporal central.
Además, puede haber un tercer factor desconocido que influya tanto en el sueño como en la temperatura corporal. Independientemente de la naturaleza de la conexión, la correlación es clara. Las personas se duermen más rápido cuando están ligeramente frías que cuando están calientes. También duermen más profundamente y durante más tiempo.
¿Insomne en invierno? Maneras de mejorar el sueño todo el año
¿Cómo puede utilizar esta información sobre el sueño y la temperatura para sentirse más descansado? Hay algunas cosas que puede hacer. Baje la temperatura de su casa todas las noches antes de acostarse. No debe sentir frío ni temblar; con unos grados menos es suficiente. En segundo lugar, procure más calor y luz durante el día cuando tenga sueño, preferiblemente luz natural o luz de una lámpara solar especialmente diseñada. La combinación de calor y luz durante las horas de vigilia con frío y oscuridad durante las horas de sueño parece ser crucial para conciliar el sueño y permanecer dormido.
Si el invierno le deja con ganas de acostarse antes o de echarse una larga siesta por la tarde, no hay razón para resistirse. El sueño es crucial para la buena salud en muchos sentidos. Muchos de los mayores riesgos para la salud del invierno pueden mitigarse para hacer de esta estación una situación beneficiosa para su salud emocional y física.