La ansiedad y la depresión durante las semanas previas y posteriores al parto no son infrecuentes. Entre el 15 y el 18 por ciento de las mujeres sufren ansiedad durante este periodo. Entre el 7 y el 13 por ciento de las mujeres sufren depresión durante este periodo, y alrededor del 10 por ciento padecen ansiedad y depresión a la vez. Un nuevo estudio, uno de los más amplios realizados hasta la fecha, establece una relación entre los cambios del sueño durante el embarazo y las semanas posteriores al parto, la salud del ritmo circadiano y la probabilidad y el grado de depresión y/o ansiedad. Esta valiosa información puede conducir a intervenciones más eficaces, promoviendo un mejor tratamiento y prevención.
Los cambios en el sueño durante el embarazo afectan a la salud mental
Las conexiones entre la duración y la calidad del sueño, la salud del ritmo circadiano y la salud mental ya están bien establecidas. Sobre la base de la mayor comprensión del papel del sueño en la salud mental y el bienestar general que la ciencia ha adquirido durante la última década, los investigadores decidieron examinar más de cerca el sueño en relación con la depresión y la ansiedad en los periodos periparto y posparto. Periparto es un término que, a diferencia del término posparto, incluye el periodo de tiempo inmediatamente anterior al parto, así como el periodo de tiempo inmediatamente posterior.
El estudio, realizado por investigadores de la Universidad McMaster de Hamilton (Ontario, Canadá), siguió a 73 mujeres desde el inicio del tercer trimestre hasta la duodécima semana después del parto. El estudio, publicado recientemente en la revista Journal of Clinical Psychiatry, contó con un equipo de investigadores entre los que se encontraba el profesor Benicio Frey, del departamento de psiquiatría y neurociencias del comportamiento de la Universidad McMaster. Los participantes en el estudio procedían de la Women’s Health Concerns Clinic del St. Joseph’s Healthcare Hamilton, una clínica especializada en los tipos de trastornos psiquiátricos que pueden aparecer durante el periodo periparto, así como los asociados a los periodos perimenopáusico y premenstrual.
Durante el periodo de estudio, los investigadores recogieron datos de las participantes sobre sus patrones y calidad de sueño y síntomas de ansiedad y depresión. Los datos se recogieron tanto de forma subjetiva, mediante autoinformes, como objetiva, utilizando monitores de sueño portátiles y visitas al laboratorio. También se midieron los niveles de melatonina y la exposición a la luz. Según los investigadores, la alteración del ritmo circadiano y el sueño fragmentado se asociaron a un mayor grado de síntomas de depresión y ansiedad.
Los hallazgos apuntan a la importancia del sueño
Benicio Frey, autor principal del estudio y profesor, señaló que el estudio revelaba la importancia de esforzarse por mantener la salud del ritmo circadiano durante el periodo periparto. El ritmo y la calidad del sueño son factores importantes para la salud del ritmo circadiano. Mantener este ritmo biológico fundamental puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar síntomas de depresión y ansiedad periparto, favoreciendo la salud del estado de ánimo y el bienestar mental general.
Frey también se mostró optimista ante la posibilidad de que lo aprendido por su equipo de investigación durante el estudio sirva para desarrollar estrategias más eficaces de tratamiento y prevención de la depresión y la ansiedad periparto.
Aplicación práctica en la vida real
Naturalmente, con los cuidados que requieren los recién nacidos, el sueño de una madre primeriza va a ser ciertamente fragmentario. Sin embargo, la madre de un recién nacido dispone de varias formas prácticas de aplicar la información obtenida en este estudio en la vida cotidiana, lo que le ayudará a proteger su salud mental y su bienestar y a disfrutar mejor de la maternidad.
Aproveche la oportunidad durante el embarazo para dar prioridad a un sueño saludable y a la salud del ritmo circadiano. Establezca buenos hábitos practicando una buena higiene del sueño, como establecer un horario regular para dormir y despertarse, asegurarse de que la zona donde duerme es cómoda y realizar suficiente actividad física durante el día.
Una buena higiene del sueño favorece un sueño saludable, pero también contribuye a mantener la salud del ritmo circadiano. Sin embargo, dormir bien, aunque es muy importante, no es el único factor que interviene en la salud del ritmo circadiano. Puesto que es de esperar que un recién nacido sufra algunas alteraciones del sueño, lo lógico es controlar mejor algunos de los otros factores que contribuyen a ello.
La luz es un factor muy importante que hay que tener en cuenta porque es la principal señal ambiental para el ritmo circadiano. Asegúrate de exponerte lo suficiente a la luz natural, sobre todo por la mañana. Lo ideal es intentar exponerse al aire libre, en combinación con alguna actividad física aprobada por el médico, como un paseo. Si esto no es posible durante el periodo periparto, exponerse a la luz natural simplemente sentándose al aire libre o cerca de una ventana. Preste atención a la luz nocturna, reduciendo la exposición a la luz artificial brillante, especialmente durante las tres horas anteriores a su hora habitual de acostarse. Mantenga los dispositivos electrónicos, incluidos el teléfono móvil y la tableta, fuera del dormitorio. Una exposición excesiva a la luz nocturna interfiere en la producción de melatonina, lo que puede retrasar el sueño y alterar el ritmo circadiano.
El horario de las comidas es otro factor para mantener un ritmo circadiano saludable. Establezca un horario de comidas y cúmplalo en la medida de lo posible. Intente consumir la mayor parte de las calorías a primera hora del día y elija una cena más ligera, con menos carbohidratos y más proteínas magras. No planifique una comida dos o tres horas antes de acostarse.
Pida ayuda cuando la necesite
Dado que los cambios en el sueño durante el embarazo y después del parto pueden contribuir al riesgo de ansiedad y depresión, si tu pareja, familiares y amigos te ofrecen ayuda, acéptala con la vista puesta en programar un sueño adecuado. Si tiene problemas para dormir o experimenta síntomas de ansiedad o depresión durante el embarazo o tras el nacimiento del bebé, no dude en hablar con su profesional sanitario.