Las investigaciones muestran ahora que las personas con discapacidad visual son casi tres veces más propensas al trastorno afectivo estacional, o TAE, que las que tienen una visión normal.
El trastornoafectivo estacional es una depresión provocada por el cambio estacional. Los síntomas suelen empezar en otoño y durar todo el invierno. Los síntomas incluyen depresión, mal humor, letargo y aumento de los antojos de hidratos de carbono.
Biología circadiana y trastorno afectivo estacional
La cronobiología es una rama específica de la biología que se centra en nuestros ritmos biológicos innatos. Esto incluye el ritmo circadiano, que son los cambios físicos, mentales y de comportamiento que uno experimenta en un periodo aproximado de 24 horas cada día, Más sencillamente, es cómo respondemos a la luz y la oscuridad en nuestro entorno.
En ausencia de señales luminosas, nuestro ritmo fisiológico puede alterarse. El reloj interno de las personas que padecen TAE posiblemente pierde la sincronización en los meses de invierno, cuando hay periodos más cortos y niveles más bajos de luz cada día.
Los discapacitados visuales son más vulnerables a la falta de luz
Un estudio publicado en el British Journal of Psychiatry sugiere que los discapacitados visuales tienen tres veces más probabilidades de verse afectados por el trastorno afectivo estacional. Los investigadores descubrieron que los discapacitados visuales eran los más afectados por la falta de luz en comparación con las personas con visión normal y los ciegos. Al principio, los investigadores se sorprendieron de sus hallazgos, pero luego les hizo cuestionarse si el TAE empezaba en los ojos y no en el cerebro. Empezaron a examinar los fotorreceptores de los ojos de los discapacitados visuales, que son receptores sensibles a la luz. Descubrieron que los discapacitados visuales tenían los fotorreceptores más sensibles de todos los grupos analizados. Como sus fotorreceptores son tan sensibles a los cambios de luz, eran más sensibles a los cambios de iluminación ambiental, lo que les hacía más vulnerables a la depresión estacional.
En pocas palabras, imagine que tiene una discapacidad visual. Si su capacidad para interceptar la luz a través de los ojos ya es baja, la ausencia de luz hace aún más difícil interceptar las señales luminosas que necesita para mantener intacto su ritmo circadiano. Es lógico que durante los meses de invierno, cuando suele oscurecer más temprano por la noche y a lo largo del día, una persona con discapacidad visual sea aún más vulnerable al trastorno afectivo estacional.
Fototerapia para aliviar los síntomas
Si padece TAE, existen opciones. La fototerapia puede ofrecer un tratamiento eficaz para aliviar los síntomas de la depresión invernal. Puede adquirir dispositivos de fototerapia sin receta médica, pero puede consultar a su médico sobre qué dispositivo es el más adecuado para usted. Los distintos dispositivos de fototerapia producen diferentes tipos de luz y con distintas intensidades. Se ha demostrado que la fototerapia reduce los síntomas del TAE incluso en los discapacitados visuales.