El insomnio es uno de los trastornos documentados más antiguos del mundo; una incapacidad devastadora para conciliar el sueño o permanecer dormido. Aunque existen muchos medicamentos para esta enfermedad, a menudo son ineficaces o sus efectos secundarios son demasiado graves para tolerarlos. Nuestra incapacidad para tratar el insomnio por completo puede deberse a un malentendido del trastorno. Según nuevas investigaciones, en realidad puede haber cinco tipos distintos de insomnio, cada uno con sus propias causas y protocolo de tratamiento.
El insomnio: Robo de energía y sueño
Millones de personas en todo el mundo luchan contra el insomnio, pero sigue siendo una enfermedad muy poco conocida. Sabemos que el insomnio puede deberse a diversos factores, como enfermedades físicas, niveles hormonales, factores mentales, medicamentos y problemas relacionados con el estilo de vida. Los tratamientos pueden incluir terapias conductuales, medicamentos para dormir y cambios en el estilo de vida orientados a restablecer un ritmo circadiano saludable.
Aunque las causas y los tratamientos varían mucho, los efectos del insomnio son siempre devastadores. Las personas sufren somnolencia y fatiga durante todo el día, lo que dificulta su funcionamiento. Pueden sufrir alteraciones del rendimiento cognitivo y de la capacidad de memoria. Tienen más probabilidades de sufrir accidentes laborales y de tráfico, lo que puede ser físicamente peligroso tanto para quien lo padece como para los demás. Por último, las personas que no duermen bien tienen un mayor riesgo de desarrollar algunas de nuestras enfermedades físicas más temidas, como las cardiopatías y los accidentes cerebrovasculares.
Estos mayores riesgos constituyen un enorme peligro colectivo para la salud pública. Hasta un 30-40 por ciento de los estadounidenses declaran haber sufrido un episodio de insomnio en el último año. Entre el 10% y el 15% padece insomnio crónico. Comprender mejor esta enfermedad es fundamental para reducir sus efectos en la sociedad y sus efectos devastadores en las personas que la padecen.
Los investigadores identifican cinco tipos de insomnio
Científicos del Instituto Holandés de Neurociencia analizaron a miles de personas que padecen insomnio, catalogando cuidadosamente sus síntomas y factores de riesgo. Realizaron una amplia variedad de pruebas. Curiosamente, casi todos sus pacientes encajaban en uno de estos cinco grupos. Cada uno de estos cinco subtipos responde a un estilo de tratamiento completamente distinto, lo que puede explicar por qué tantas personas con insomnio luchan por encontrar el tratamiento adecuado. Veamos un poco más de cerca cada subtipo.
Insomnio de tipo 1 o «muy angustiado
Los insomnes de tipo 1 o «muy angustiados» presentan altos niveles de neuroticismo y angustia. Suelen decir que se sienten tensos, deprimidos o que luchan contra las emociones negativas.
Insomnio de tipo 2 y 3
El insomnio de tipo 2 y 3 lo padecen las personas moderadamente angustiadas. Los insomnes de tipo 2 son sensibles a las recompensas y a otras modificaciones del estilo de vida, mientras que los de tipo 3 no lo son.
Insomnio de tipo 4
El insomnio de tipo 4 lo padecen las personas que están «ligeramente angustiadas con alta reactividad», lo que significa que no están emocionalmente angustiadas de forma regular, pero que pueden desarrollar angustia e insomnio cuando tienen acontecimientos vitales, factores estresantes y otros cambios en el entorno.
Insomnio de tipo 5
Los insomnes de tipo 5 también presentan niveles más bajos de angustia. Sin embargo, a diferencia del tipo 4, no suelen reaccionar tanto a los factores estresantes.
¿De qué tipo es usted? La respuesta depende de su personalidad única y de sus circunstancias vitales. ¿Se angustia a menudo, rara vez o se encuentra en algún punto intermedio? ¿Obtiene placer de las recompensas y otros acontecimientos positivos de su vida? ¿Tiende a reaccionar emocionalmente ante los factores estresantes? Las respuestas a estas preguntas pueden influir en su respuesta al tratamiento. Por ejemplo, las personas que están muy angustiadas pueden necesitar tratar sus altos niveles de emoción para poder dormir lo que necesitan. Por otro lado, las personas que no están angustiadas, sino que simplemente reaccionan a su entorno, probablemente podrían dormir mejor si redujeran el estrés diario en sus vidas.
Futuras esperanzas para el tratamiento
Es posible que en el futuro se desarrollen tratamientos especializados para cada subtipo de insomnio. Hasta entonces, hay cambios en el estilo de vida que se ha demostrado que, al menos, ayudan. Si padece algún tipo de insomnio, considere la posibilidad de introducir los siguientes cambios en su vida:
- Mejore su higiene del sueño. Cambios sencillos como apagar las luces y las pantallas en las horas previas a acostarse pueden suponer una gran diferencia en sus patrones de sueño.
- Encuentre formas positivas de afrontar la angustia emocional. Las técnicas de relajación como la meditación y el yoga pueden facilitarle el sueño y mejorar su estado de ánimo en general, sobre todo si cree que puede ser un insomne «tipo 1».
- Cambie el uso que hace de su dormitorio. Esto se conoce como «terapia de control de estímulos» y puede ser muy importante para las personas que tienen dificultades para dormir. Utilice la cama y el dormitorio sólo para dormir y mantener relaciones sexuales, de modo que su cuerpo empiece a prepararse para el sueño en cuanto entre en él.
- Recupere su ritmo circadiano. Levantarse a la misma hora todas las mañanas y acostarse a la misma hora todas las noches puede ayudar a restablecer el ritmo circadiano y, con el tiempo, facilitar la vida con un horario razonable y reparador.
- Considere la posibilidad de restringir el sueño. Muchas personas han tratado con éxito el insomnio privándose parcialmente del sueño durante breves periodos, de modo que son capaces de restablecer su ritmo circadiano y empezar a dormirse de nuevo a una hora razonable.
- Utilice la melatonina, la luz brillante y otros medios para engañar a sus relojes internos. El cuerpo se basa en distintas señales ambientales para determinar cuándo es hora de dormir o despertarse.
Es posible que algún día existan terapias contra el insomnio más eficaces, adaptadas al subtipo de insomnio al que pertenezcas. Hasta entonces, los cambios sencillos en el estilo de vida y los remedios caseros son su mejor apuesta para conseguir el sueño de alta calidad que necesita para prosperar.