La siesta puede dejarle fresco y listo para afrontar el día o agotado y exhausto. Según varios expertos del sueño, la diferencia radica a menudo en la hora del día elegida para la siesta. En resumen, el mejor momento para dormir la siesta parece ser a primera o a media tarde, una hora de siesta que puede reportar beneficios muy concretos para sus niveles de energía, su ritmo circadiano y su salud en general.
Los beneficios de la siesta
La siesta es una práctica controvertida. Aunque descansar por la tarde es tradicional en muchas partes del mundo, muchas personas en EE.UU. y otras zonas del mundo occidental han evitado esta práctica. Dormir demasiado durante el día también puede contribuir al insomnio, una enfermedad cada vez más común en los países desarrollados.
Sin embargo, dormir la siesta en las cantidades y horas adecuadas puede ser beneficioso para el ritmo circadiano y la salud. Una siesta de entre 15 y 30 minutos puede ayudarle a sentirse más alerta y a funcionar mejor a lo largo del día. Los investigadores señalan que el cuerpo humano parece estar diseñado para un breve descanso en torno a las ocho horas del día. Estudios de la NASA han descubierto que las personas que duermen la siesta están más alerta y atentas durante toda la jornada laboral.
Si se pregunta si necesita una siesta, tenga en cuenta los siguientes beneficios:
- aumento de la función mental
- mayor capacidad para formar nuevos recuerdos e incorporar información
- menor riesgo de muerte por enfermedad cardiaca
- menor presión arterial
- disminución del estrés
- Menor sensación de hambre, lo que puede reducir el peso.
- mejor estado de ánimo
Si el simple deseo de echarse una siesta no es suficiente para conciliar el sueño por la tarde, estos beneficios para la salud deberían ser convincentes. Sin embargo, es importante planificar las siestas para que proporcionen los máximos beneficios para la salud sin interferir en su descanso nocturno.
El mejor momento para la siesta
La mayoría de las personas duermen la siesta desde que eran bebés. Sin embargo, dormir la siesta en la edad adulta es todo un arte. La duración de la siesta es crucial. La mayoría de los expertos recomiendan dormir menos de media hora. Este número no se elige arbitrariamente, sino que es el mayor tiempo que se puede dormir antes de que el cuerpo empiece a entrar en fases más profundas de sueño. Al despertar de estas fases de sueño profundo, te sentirás aturdido e incluso más cansado que cuando cerraste los ojos por primera vez.
Además, dormir el tiempo suficiente para pasar por ciclos de sueño puede interferir con tu sueño nocturno. Las siestas largas simplemente no son tan reparadoras y pueden robarte el sueño más tarde. Además, las siestas largas se han relacionado con un mayor riesgo de enfermedades como las cardiopatías y la diabetes.
Cómo aprovechar al máximo las siestas
La gente moderna lleva una vida muy ajetreada. Si vas a dedicar media hora de tu día a descansar, es importante que le saques el máximo partido.
El momento oportuno lo es todo cuando se trata de dormir la siesta. La mayoría de los expertos dicen que el mejor momento es entre las 2 y las 3 de la tarde. En general, la mejor siesta empieza unas siete horas después de despertarse y termina menos de tres horas antes de acostarse.
A medida que estamos despiertos durante el día, nuestro cuerpo va acumulando un «impulso de sueño» que hace que nos sintamos cada vez más cansados a lo largo del día. Una siesta corta a mitad del día puede reducir este impulso de sueño y ayudarnos a pasar las últimas horas del día sintiéndonos frescos y alerta.
Sentirse renovado a lo largo del día
La siesta puede aumentar enormemente la productividad y mejorar la salud si se planifica con cuidado. Si desea añadir una siesta reparadora a su día, tenga en cuenta los siguientes consejos:
- Planifique la siesta unas siete horas después de despertarse.
- Ponga una alarma para no dormir más de media hora.
- Busca una zona tranquila, cómoda y oscura para la siesta.
- Aunque no pasa nada por echarse la siesta después de comer, intenta evitar hacerlo aproximadamente una hora después de haber comido. La comida puede dificultar un sueño reparador.
- Evita la cafeína a primera hora de la mañana. Interferirá tanto en la siesta como en el sueño nocturno.
- Si no tiene tiempo o ganas de echarse la siesta, piense en la meditación, el yoga u otras prácticas relajantes.
La siesta no es sólo cosa de niños. Muchos adultos pueden beneficiarse de añadir unos minutos de sueño a sus ajetreados días. Si se planifica correctamente, la siesta no tiene por qué interferir en el descanso nocturno. Una siesta no debe verse como un signo de pereza, sino más bien como una señal de que estás dispuesto a dormir lo necesario para sobresalir durante el resto de tu ajetreado día.