Las investigaciones han demostrado que la melatonina puede desempeñar un papel importante en la salud de los microbios intestinales y su ritmo circadiano.
El viejo adagio nos dice: «Somos lo que comemos». Aunque esto no es del todo cierto, nuestro tracto gastrointestinal es, de hecho, una parte importante de nuestra salud física y emocional. Lo que comemos no sólo alimenta nuestras células, sino también nuestro microbioma, es decir, las poblaciones de microorganismos que viven en nuestro tracto gastrointestinal.
La vida interior de los microbios
La mayoría de nosotros no pensamos mucho en las bacterias que viven en el interior de nuestro tubo digestivo. Nos demos cuenta o no, millones de microbios llaman hogar a nuestro intestino y tienen un efecto inmenso sobre nuestra salud. Estos diminutos habitantes de nuestros intestinos nos ayudan a digerir los alimentos, absorber nutrientes y regular nuestro sistema inmunitario. Además, nuestra flora intestinal parece influir en muchos de nuestros sistemas corporales, incluida nuestra salud mental.
Los microbios intestinales no son habitantes pasivos de nuestro cuerpo. Estos diminutos microorganismos tienen sus propios ritmos circadianos y ciclos vitales. Influyen en nosotros y, a su vez, nosotros influimos en ellos. Nuevas investigaciones sugieren que los microbios intestinales y sus ritmos circadianos se ven afectados por nuestra propia melatonina y programan sus actividades en consecuencia.
Cómo afecta la melatonina a los microbios intestinales y a su ritmo circadiano
La mayoría de los seres humanos vivimos en sintonía con nuestro entorno, despertándonos y durmiéndonos según la luz natural del sol. Un nuevo estudio ha descubierto que los microbios intestinales y su ritmo circadiano están en sintonía con nuestros propios ritmos naturales. Cuando nuestras retinas perciben la falta de luz, el núcleo supraquiasmático del hipotálamo provoca la producción y liberación de melatonina. Esto indica a las células de todo el cuerpo que pronto dormiremos.
Los microbios intestinales también responden a la melatonina. Gran parte de la melatonina producida por nuestro cuerpo va a parar al tracto gastrointestinal. Cuando las bacterias clave perciben esta melatonina, comienzan a aglomerarse y se vuelven más activas. Aún se desconoce la importancia de este comportamiento, pero no cabe duda de que estos microbios intestinales cambian de comportamiento en respuesta a nuestros propios ciclos de sueño-vigilia.
Una conexión recíproca
No es la primera vez que se descubre que las bacterias intestinales ajustan su comportamiento a nuestros propios patrones. Las bacterias intestinales ajustan sus ritmos circadianos para que se correspondan con nuestros patrones de alimentación. Cuando las personas comen a horas regulares, los microbios de su tracto gastrointestinal desarrollan un ritmo circadiano regular, de modo que están más activos cuando hay comida. Sin embargo, cuando se come a horas intempestivas, los microbios pierden su propio ritmo interno. Con el tiempo, esto puede hacer que cambie la composición de nuestro microbioma intestinal, lo que puede alterar el funcionamiento de nuestro tracto gastrointestinal.
Intestino sano, cuerpo sano
Estas nuevas investigaciones sobre la biología circadiana no sólo permiten comprender cómo actúan las bacterias intestinales, sino también la salud humana. Muchas enfermedades y trastornos crónicos se han relacionado con trastornos del sueño y alteraciones en la producción de melatonina. Nuestra salud está tan entrelazada con nuestro tracto gastrointestinal, y éste con nuestra flora intestinal. No es descabellado sugerir que tal vez las deficiencias de melatonina y los trastornos del sueño causan estos problemas en parte al interferir con nuestros microbiomas.
Si queremos tener un tracto gastrointestinal más sano, es importante comer a horas regulares y dormir lo suficiente. Nuestros cuerpos están interconectados de formas de las que apenas estamos empezando a darnos cuenta. Las bacterias de tu intestino se ven afectadas por tus propios ritmos y ejercen un efecto que puede marcar la diferencia en tu salud.