Desde la invención del botón «snooze» en 1956, millones de personas han optado muchas mañanas por dormir unos minutos más. Sin embargo, los investigadores de la cronobiología advierten de que este sueño extra puede ser un verdadero peligro para la salud y no la bendición que parece.
El sistema endocrino y el ciclo del sueño
Los seres humanos estamos hechos para despertarnos poco a poco y no a la llamada de una alarma. Pasamos por varios ciclos durante la noche, alternando entre el sueño no REM y el sueño REM. En el sueño no REM, el cerebro tiene ondas más lentas y realiza muchas actividades de mantenimiento. En el sueño REM, el cerebro se pone en marcha, con un aumento de las ondas cerebrales y una mayor producción de hormonas como el cortisol y la testosterona. A medida que se acerca el amanecer, los ciclos REM son cada vez más largos. Cuando las personas se despiertan de forma natural según su ritmo circadiano innato, tanto la testosterona como el cortisol están elevados debido a estos largos periodos REM, lo que favorece la vigilia y el estado de alerta.
Cortisol, testosterona y salud
Mientras que el cortisol es ampliamente visto como una hormona del estrés, es un bioquímico muy importante en cantidades moderadas. El cortisol reduce la inflamación en todo el cuerpo, prepara el sistema inmunológico para reaccionar ante los patógenos y promueve la producción de otras hormonas como la hormona del crecimiento humano. Además, el cortisol favorece un metabolismo sano y la agudeza mental. Aunque el cortisol puede tener efectos perjudiciales en cantidades elevadas asociadas al estrés crónico, en cantidades normales es una hormona importante para el funcionamiento diario.
La testosterona también es crucial para una buena salud. Aunque en general se considera una hormona masculina, es importante para ambos sexos. La testosterona favorece una estructura hormonal sana; las deficiencias de este andrógeno crean diversos síntomas como fatiga, aumento de peso y disminución del deseo sexual. La testosterona también es importante para la producción de otras hormonas sexuales, como el estrógeno.
Está claro que tanto el cortisol como la testosterona son importantes, pero ¿qué tiene esto que ver con el botón de repetición?
El botón de repetición y tus hormonas
Cuando suena la alarma, lo más probable es que tu cerebro esté inmerso en el sueño REM, que es la fase final de cada ciclo de sueño. Este sueño REM se detiene cuando te despiertas para apagar la alarma o pulsar el botón de repetición. Las personas que pulsan el botón de repetición y vuelven a dormirse inician un nuevo ciclo de sueño, en sueño no REM. Cuando vuelven a despertarse al cabo de unos minutos, pueden sufrir un desagradable efecto secundario por haberse despertado a mitad del ciclo de sueño: la inercia del sueño.
Los niveles de cortisol y testosterona descienden rápidamente en el sueño no REM, volviendo a niveles menos óptimos para la vigilia. Esta inducción de la inercia del sueño en los entusiastas del botón de repetición puede hacer que los afectados tengan una función mental más baja e incluso un mayor riesgo de accidentes durante varias horas después de haberse levantado por fin. Además, los efectos acumulativos de saludar a la mañana con un nivel bajo de cortisol y testosterona día tras día contribuyen a la obesidad, la hipertensión y una variedad de otros problemas de salud.
Una alternativa al botón Snooze
Hay algunas alternativas al botón de repetición. A la gente le irá mejor si pone el despertador un poco más tarde y sale de la cama en cuanto le despierte. De este modo, pasarán más tiempo en fase REM, con los consiguientes niveles elevados de cortisol y testosterona. Para las personas a las que les cuesta levantarse por las mañanas y necesitan el despertar gradual de un botón de repetición, existen varios despertadores que aumentan gradualmente la luz y el ruido. Esto permitirá a los usuarios despertarse gradualmente sin pasar del sueño REM al no REM en un momento en el que el cortisol y la testosterona son más necesarios.
Aunque el botón snooze puede hacernos sentir que estamos durmiendo un poco más de lo necesario, en realidad puede crear problemas de salud y hacer que sea aún más difícil levantarse y afrontar el día. Optar por el snooze interfiere con un ritmo circadiano saludable, necesario para una buena salud y una función mental óptima.