Nuestro ritmo circadiano ayuda a establecer nuestros ciclos diarios, determinando cuándo nos despertamos y dormimos. Sin embargo, estudios recientes sugieren que nuestro ritmo circadiano y otros relojes internos son más importantes para la salud de todo el cuerpo de lo que se sabía hasta ahora. El ritmo circadiano influye en la digestión, el sistema inmunitario e incluso la salud cardiovascular. Según nuevas investigaciones sobre el funcionamiento de los relojes circadianos en el ovario, los relojes internos también pueden afectar a la fertilidad y la reproducción.
El ritmo mensual de la fertilidad femenina
Mientras que la fertilidad masculina es bastante sencilla, los ciclos reproductivos femeninos son complejos, con niveles hormonales que varían según el día e incluso la hora. Cada ciclo mensual consta de tres fases distintas. La primera se denomina fase folicular y abarca aproximadamente los primeros catorce días del ciclo. En esta fase, los folículos de los ovarios maduran y se preparan para la segunda fase, la ovulación. Las hormonas LH y FSH se disparan para inducir la liberación del óvulo justo antes de la ovulación.
Tras la ovulación llega la tercera fase, la fase lútea, que dura aproximadamente las dos últimas semanas del ciclo de fertilidad ovárica. En esta fase, el cuerpo libera hormonas para favorecer un embarazo precoz, en caso de que se haya producido, incluyendo altos niveles de la hormona progesterona. Si no se produce el embarazo, la progesterona desciende bruscamente y comienza la menstruación, con lo que el ciclo vuelve a empezar.
Está claro que este ritmo mensual es sumamente importante para la continuidad de la raza humana. Sin embargo, nuevas investigaciones sugieren que los ritmos diarios, o circadianos, también son importantes para ayudar a mantener la salud y la fertilidad femeninas.
Los relojes circadianos en el ovario y la fertilidad
Los científicos sospechan desde hace tiempo que existe una relación entre los relojes circadianos y la fertilidad. En parte se debe a la mera proximidad de ambos mecanismos, ya que ambas funciones están controladas por la misma zona del cerebro. Además, en varios estudios se ha demostrado que los trabajadores por turnos tienen una mayor incidencia de infertilidad y otros trastornos reproductivos.
Sin embargo, ha habido otros indicios científicos de que el sueño y la fertilidad femenina están relacionados. Hace más de 50 años, los investigadores observaron que las ratas hembras experimentaban ciertos picos hormonales mensuales por la tarde. Además, se ha demostrado que los animales de laboratorio son menos fértiles cuando se les somete a cambios en el ritmo circadiano, como estar en un horario de sueño-vigilia que dura menos de 24 horas. Varios estudios nuevos han arrojado luz sobre este tema, sugiriendo que los relojes circadianos del ovario pueden ser más importantes para la fertilidad y la reproducción de lo que se sabía hasta ahora.
Comunicación bidireccional entre los ciclos de sueño-vigilia y los relojes de la fertilidad
En un estudio reciente, los investigadores tomaron varios grupos de ratones y detuvieron el funcionamiento de ciertos genes que se sabe que controlan el ritmo circadiano, como los genes CLOCK y BMAL1. Cuando eliminaron estos genes, se produjo un cambio predecible en la liberación de hormonas reproductivas. Por ejemplo, cuando se suprimió un gen, todos los ratones estudiados tuvieron subidas de hormonas dos horas antes que antes.
Sin embargo, la comunicación entre los relojes circadianos y las hormonas de la fertilidad no es unidireccional. Un estudio diferente sugiere que la hormona luteinizante (LH), una hormona que induce la ovulación, también ayuda a ajustar los relojes circadianos, especialmente los relojes situados en el tejido ovárico. Aún no se ha determinado la relación exacta entre el ritmo circadiano y la fertilidad, pero está claro que estos dos sistemas interactúan entre sí.
¿Qué ocurre cuando los relojes no funcionan?
Los trastornos del ritmo circadiano son increíblemente frecuentes. Esta nueva investigación plantea la pregunta: ¿Qué ocurre con los ciclos reproductivos cuando los relojes circadianos están desajustados? Los investigadores que llevaron a cabo los recientes estudios sobre relojes circadianos y fertilidad en ratones señalan que los pequeños cambios en las hormonas de la fertilidad observados en ratones con deleciones de genes circadianos a menudo dejaban a los ratones menos fértiles o incluso totalmente incapaces de reproducirse. Aunque los humanos no somos ratones, nuestros sistemas son lo suficientemente similares como para hacer sospechar que las mujeres con trastornos del sueño podrían no ser tan fértiles como podrían.
Aunque los relojes circadianos parecen ser importantes en la fertilidad femenina, esto no significa que desempeñen un papel similar en la reproducción masculina. Al contrario, los órganos reproductores masculinos no parecen tener una conexión tan fuerte con la sincronización y los relojes internos. Aunque los hombres pueden experimentar una serie de efectos negativos cuando su ritmo circadiano está desfasado, no hay pruebas que sugieran que su fertilidad se vea afectada.
El ritmo circadiano afecta a todas las áreas de la salud
El mundo moderno no es propicio para mantener el ritmo de los relojes internos. Sin embargo, el ritmo circadiano es crucial para la salud en muchos aspectos. Si no duerme lo necesario o no mantiene un horario de sueño regular, casi todos los sistemas del organismo se verán afectados. Como se desprende de varios estudios recientes, los relojes internos influyen en más cosas de las que podíamos imaginar.