La mayoría de los modernos están familiarizados con los efectos cognitivos y psicológicos del insomnio. Cuando no se ha dormido lo suficiente, el rendimiento es menor. Las personas que no han dormido lo suficiente -sobre todo el sueño profundo reparador- obtienen peores resultados en los exámenes, tienen problemas para recordar incluso la información básica y pueden sufrir gamas más intensas de emociones. Según investigaciones recientes, esas noches sin dormir también pueden contribuir a enfermedades como el Alzheimer, que pueden causar una disminución más permanente de la cognición y la memoria.
Los retos del sueño en la vejez
El proceso de envejecimiento puede afectar a todos los órganos y sistemas de nuestro cuerpo. Nuestro ritmo circadiano parece verse especialmente afectado por los cambios relacionados con la edad. Dormir lo suficiente, sobre todo profundamente, es un reto para muchas personas en sus años dorados.
Las personas mayores tienden a dormirse antes por la noche y a despertarse mucho antes. Esto en sí no es un problema, pero hay otros cambios más patológicos que pueden producirse en la vejez. Las personas mayores tienden a tener un sueño más ligero, con menos y más cortos periodos de sueño profundo y sueño REM. Se despiertan con más frecuencia a lo largo de la noche y tienen más problemas para volver a dormirse.
Esto puede tener efectos devastadores en la salud y el funcionamiento diario de los estadounidenses mayores. Las personas mayores son más propensas a sufrir los efectos negativos del insomnio, como fatiga, disminución de la memoria y aumento de los accidentes.
Aunque algunos cambios en el sueño son inevitables, los científicos creen que muchos de los problemas del sueño relacionados con la edad pueden prevenirse. Las personas mayores son más propensas a padecer afecciones médicas y psicológicas que causan insomnio. También es más probable que tomen medicamentos que afectan al sueño. Tratar estos problemas de salud puede ayudar a personas de todas las edades a dormir más profundamente. Según un nuevo estudio, este cuidado de la salud que salva el sueño puede ser especialmente importante para reducir el riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer.
La falta de sueño profundo se relaciona con la enfermedad de Alzheimer
A muchas personas les cuesta conciliar un sueño de calidad a medida que envejecen. Esto es especialmente cierto para las personas con diferentes formas de demencia, incluida la enfermedad de Alzheimer.
El Alzheimer es una de las enfermedades relacionadas con la edad más temidas. Las personas pierden gradualmente no sólo su capacidad para desenvolverse en la vida cotidiana, sino también sus recuerdos. Un efecto menos conocido de esta enfermedad es su efecto sobre el sueño. Las personas que padecen esta enfermedad sufren muchas noches en vela y sus efectos empeoran en esas horas, un fenómeno conocido como sundowning.
En un estudio reciente, los investigadores examinaron los cerebros de más de 100 personas mayores de 60 años. El 80% no presentaba deterioro cognitivo. Los investigadores midieron los niveles de distintos marcadores de la enfermedad de Alzheimer y controlaron cuidadosamente su sueño.
Las personas que dormían menos profundamente durante la noche tenían niveles más altos de proteína Tau en el cerebro. El aumento de las proteínas Tau está relacionado con la enfermedad de Alzheimer y se cree que causa gran parte del deterioro cognitivo asociado a la enfermedad.
Es difícil saber si la falta de sueño profundo causó la acumulación de esta proteína o si los cambios en el sueño son simplemente un síntoma. Aunque serán necesarios más estudios para determinar la naturaleza de la correlación, está claro que la falta de sueño profundo está vinculada de algún modo al desarrollo de la enfermedad de Alzheimer.
El sueño: Crucial para la cognición, la memoria y mucho más
Reducir el riesgo de padecer Alzheimer no es la única razón para mantener el reloj interno en hora. Numerosos estudios han relacionado el insomnio con graves alteraciones físicas y mentales. Las personas que no duermen lo suficiente sufren problemas mentales como una menor función cognitiva, pérdida de memoria y aumento de la depresión. Tienen más probabilidades de sufrir accidentes graves en el trabajo y en los vehículos. También son más propensas a desarrollar hipertensión, enfermedades cardiacas y derrames cerebrales. Incluso unas cuantas noches sin dormir pueden disminuir su sistema inmunitario, haciéndole más propenso a enfermar.
Dormir la cantidad y la calidad adecuadas puede ser todo un reto. Sin embargo, es un reto esencial para la salud de todo el cuerpo a largo plazo.
Dormir lo necesario a cualquier edad
Un sueño de calidad depende del funcionamiento del ritmo circadiano. Independientemente de su edad, debe acostarse y levantarse a la misma hora todos los días. Antes de irte a dormir, apaga las luces y las pantallas para estimular al cerebro a producir melatonina, la hormona que contribuye al sueño. Durante el día, asegúrate de exponerte lo suficiente a la luz natural de alta calidad, ya que esto hace que tu cuerpo libere hormonas asociadas con la vigilia.
Parte de mantener un ritmo circadiano saludable es mantener una buena salud en general. Casi todos los cambios en el estilo de vida que le ayuden a mantenerse sano también le ayudarán a dormir bien. El mundo moderno no fue diseñado para favorecer una salud óptima, por lo que esto puede requerir cambios. Sin embargo, los beneficios de una buena noche de sueño harán que el esfuerzo merezca la pena.