La cronobiología adquiere cada vez más importancia en las comunidades médica y científica para profundizar en la comprensión de los procesos patológicos y la salud en general. Los investigadores están aprendiendo más sobre la influencia de los ritmos biológicos en los resultados médicos en una amplia gama de entornos, incluida la investigación con animales.
Aunque los estudios con animales desempeñan un papel importante en la investigación médica y el desarrollo de tratamientos, sus resultados no siempre pueden reproducirse en estudios con seres humanos. Nuevos datos sugieren que el hecho de no tener en cuenta la hora del día en los estudios con animales puede ser un factor que explique por qué los resultados de algunos estudios con animales no se traducen con éxito en estudios con humanos.
Por qué es importante la hora del día en los estudios con animales
Hay varias razones por las que los resultados satisfactorios de los ensayos con animales pueden no traducirse fácilmente en resultados satisfactorios de los ensayos con humanos. Entre ellas hay razones bastante obvias, como las diferencias entre especies y las diferencias entre el modo en que las enfermedades y los fármacos afectan a los animales y a los humanos.
Sin embargo, también hay factores mucho más sutiles que pueden influir en el grado en que la información obtenida de los estudios con animales puede utilizarse para los estudios con humanos o el desarrollo de tratamientos. La hora del día y su relación con el ritmo circadiano entran en esta categoría.
A medida que se amplían los conocimientos relacionados con la cronobiología, resulta cada vez más evidente que los ritmos biológicos influyen en los procesos patológicos, la función inmunitaria y la eficacia de los tratamientos farmacológicos. Los procesos metabólicos, la producción y liberación de hormonas, las tareas del sistema inmunitario y muchas otras funciones corporales operan de acuerdo con ritmos biológicos influidos por el ritmo circadiano. Los procesos cognitivos, incluidos los relacionados con la memoria y el aprendizaje, también se ven afectados por ritmos biológicos fundamentales vinculados al ritmo circadiano.
Un estudio demuestra la importancia de la hora del día en los estudios con animales
Así pues, como explican los investigadores de la Universidad de Virginia Occidental, la hora del día es un factor importante que hay que tener en cuenta a la hora de interpretar los datos de los estudios con animales y de trasladarlos a estudios con humanos que resulten fructíferos y seguros. Sin embargo, según su estudio, publicado recientemente en Neuroscience and Behavioral Reviews, la hora del día no suele recibir la atención que merece.
Dirigidos por Randy Nelson, que ocupa cargos directivos tanto en el Instituto de Neurociencia Rockefeller como en el Departamento de Neurociencia de la Facultad de Medicina, los investigadores revisaron 25 estudios conductuales muy citados que utilizaban roedores como sujetos. A pesar de que los roedores son criaturas nocturnas, sólo el 20% de las pruebas se realizaron de noche. Alrededor del 42% de los estudios no mencionaban la hora del día en que se realizaban las pruebas. Para explicar el impacto de la hora del día en el rendimiento de los roedores, Nelson utilizó el ejemplo de despertar a los humanos en mitad de la noche y esperar obtener resultados precisos en pruebas de procesos físicos o cognitivos complejos.
Sin embargo, la hora del día no sólo influye en el comportamiento o la función cognitiva. Los ritmos biológicos hacen que las células y los sistemas del organismo realicen tareas diferentes en cada momento del día. En los seres humanos, por ejemplo, las funciones de reparación de tejidos, crecimiento y memoria inmunitaria tienen lugar por la noche, durante el sueño. No tener en cuenta la hora del día y cómo puede influir en los resultados de los ensayos con animales puede dar lugar a resultados inexactos que no puedan ser replicados por otros investigadores y puede reducir la utilidad de los resultados cuando se trata de especies que funcionan con un modo horario diferente, como ocurre entre los mamíferos nocturnos y diurnos.
Investigación más inteligente
La investigación con animales es una parte importante de la investigación médica humana. Sin embargo, tiene sus limitaciones. Según un estudio, sólo el 37% de los estudios con animales publicados en revistas médicas y científicas de primer nivel pudieron reproducirse en humanos. Aunque algunas de estas limitaciones, como las diferencias en la forma de procesar los fármacos, pueden ser difíciles de superar, hay factores que influyen en el estudio y que podemos controlar mejor utilizando nuevos conocimientos, como los que nos ofrecen los estudios de cronobiología. La hora del día es un ejemplo perfecto de ello.
Al considerar la hora del día en los ensayos con animales, parte de ello incluye comprender y trabajar con los ritmos biológicos. La precisión de los resultados de las pruebas puede mejorar si las condiciones de laboratorio favorecen los ritmos circadianos en lugar de aumentar el estrés de los animales alterando su sueño y, por tanto, sus ritmos circadianos. Una investigación animal más inteligente y precisa es mejor para los animales y, a largo plazo, para las personas.
Alternativas a la experimentación con animales
A la luz de las dificultades y limitaciones de traducir los resultados de la investigación con animales en resultados satisfactorios en pruebas con humanos, así como de la preocupación por el bienestar de los propios animales, la ciencia médica está desarrollando y utilizando alternativas a la experimentación con animales. Entre ellas se encuentran los ensayos in vitro, el cultivo y uso de células de tejidos humanos y la utilización de modelos informáticos. A medida que estos métodos y tecnologías sigan desarrollándose y mejorando, las comunidades médica y científica podrán reducir los ensayos con animales y, con suerte, producir resultados más precisos para uso humano.