Todos los seres vivos, desde las plantas hasta las luciérnagas y los seres humanos, tienen un ritmo circadiano innato. Sin embargo, existen diferencias clave entre los organismos. Además de las diferencias entre las distintas especies, también parece haber diferencias drásticas entre los sexos, sobre todo en lo que se refiere al sueño y la memoria. Según una nueva investigación, las mujeres sufren más consecuencias en cuanto a su capacidad para almacenar y recordar información cuando no duermen lo necesario.
Vínculos entre sueño y memoria
La mayoría de la gente ha pasado al menos una noche en vela. Si lo ha hecho, es probable que haya notado que no rendía igual de bien al día siguiente. Las personas que no duermen lo suficiente sufren diversos efectos cognitivos. Obtienen peores resultados en las pruebas cognitivas. Sufren una menor capacidad verbal y un menor reconocimiento espacial. En general, no pensamos ni funcionamos tan bien cuando estamos cansados, lo que no debería sorprender a nadie.
Sin embargo, los mayores efectos cognitivos del insomnio parecen darse en el área de la memoria. Cuando dormimos, nuestro cerebro realiza la tarea esencial de consolidar los recuerdos. En este proceso esencial, nuestro cerebro organiza y almacena la información para poder recordarla más tarde. Perder horas de sueño significa perder este importante paso. Esto, a su vez, afecta a la memoria de trabajo, es decir, a los hechos que podemos recordar en el día a día. Como resultado, las personas que no duermen muestran reducciones significativas en la memoria de trabajo, y es menos probable que recuerden la información que necesitan para seguir con su vida diaria.
¿Puede la falta de sueño afectar a la memoria de las mujeres más que a la de los hombres?
Aunque nadie rinde bien cuando está privado de sueño, una nueva investigación sobre el sueño y la memoria sugiere que las mujeres pueden verse más afectadas que los hombres. Los científicos analizaron a un grupo de 24 personas, mitad hombres y mitad mujeres. Les administraron dos pruebas exhaustivas de memoria, una tras una noche completa de sueño y otra tras haber pasado la noche en vela. Los hombres no mostraron diferencias en la memoria de trabajo después de una sola noche. Las mujeres, sin embargo, mostraron una reducción significativa.
Este estudio no es concluyente en sí mismo, ya que analizó una muestra muy pequeña. Sin embargo, se suma a un creciente conjunto de pruebas de que el insomnio afecta de forma diferente a hombres y mujeres. Aunque es más probable que las mujeres declaren padecer insomnio, también parece ser más probable que sufran consecuencias cognitivas cuando lo padecen. Este efecto desproporcionado sobre las mujeres puede estar comprometiendo su salud de diversas formas, no sólo la memoria.
Diferencias de sexo en el sueño
¿En qué se diferencian exactamente los hábitos de sueño de ambos sexos? Por término medio, las mujeres dicen necesitar más horas de sueño que los hombres para funcionar de forma óptima: unos 20 minutos más por noche. Los investigadores creen que esto se debe al hecho de que las mujeres realizan varias tareas a la vez, por lo que utilizan más parte de su cerebro a lo largo del día. Actualmente se están realizando estudios para determinar si los hombres con trabajos que requieren más multitarea y análisis detallados tienen necesidades de sueño igualmente elevadas.
Además de unas necesidades de sueño generalmente mayores, las mujeres son más propensas a sufrir trastornos del sueño y desregulación del ritmo circadiano, incluido el insomnio. Las mujeres también manifiestan tener más emociones negativas, como ira y depresión, como consecuencia de la falta de sueño. Cuando se habla de género y sueño, la memoria de trabajo es sólo el principio. El sueño, o la falta de sueño, puede afectar a casi todos los aspectos de nuestras vidas.
¿Duerme lo suficiente?
Aunque las mujeres privadas de sueño parecen tener más efectos sobre la memoria que los hombres privados de sueño, es esencial que ambos sexos duerman lo suficiente y mantengan un ritmo circadiano saludable. Tanto los hombres como las mujeres presentan tasas más elevadas de diabetes, cardiopatías y otras enfermedades mortales como consecuencia de un ritmo circadiano desregulado. Además, ambos sexos corren un mayor riesgo de sufrir accidentes de tráfico y laborales tras una noche de insomnio.
La vida moderna presenta un amplio abanico de retos a la hora de conciliar el sueño. Además de unos niveles de estrés sin precedentes, la gente moderna vive con dispositivos que distraen, altos niveles de luz ambiental y otros retos para el ritmo circadiano. Estos y otros factores pueden dificultar que muchas personas duerman lo suficiente. Sin embargo, todos sufrimos los efectos cuando no hacemos de nuestra salud una prioridad.
Ya sea hombre o mujer, dormir lo suficiente parece ser crucial para el funcionamiento de nuestro cerebro de diversas maneras. Aunque la vida moderna puede dificultar la obtención de las horas de sueño necesarias, sin ellas no se puede pensar ni recordar tan bien. Mantener el ritmo circadiano es esencial para la salud cognitiva y física.