Los investigadores han llegado a la conclusión de que los tentempiés nocturnos pueden ser perjudiciales para la cintura e incluso contribuir a la diabetes de tipo 2. Sin embargo, las investigaciones más recientes han descubierto que comer helado o patatas fritas a altas horas de la noche también puede afectar negativamente al cerebro. Un estudio de la UCLA descubrió que el aprendizaje y la memoria disminuyen cuando los sujetos de la investigación comen tarde por la noche.
La cronobiología de la alimentación
La mayoría de la gente cree que una alimentación sana consiste más en elegir bien los alimentos que en comer a horas regulares. Sin embargo, nuestros procesos metabólicos se ven afectados por los ritmos circadianos, o relojes internos de 24 horas. Más de cien de estos relojes controlan procesos biológicos que van desde la división celular a la inmunidad o la liberación de hormonas del sueño.
La cronobiología, o estudio de estos relojes internos, es objeto de muchas investigaciones modernas. Cada vez más, los científicos descubren que es importante realizar ciertas actividades e incluso tomar ciertos medicamentos en momentos muy concretos del día. Ya se ha comprobado que comer tarde por la noche tiene efectos negativos sobre el metabolismo y contribuye a enfermedades relacionadas con el síndrome metabólico.
Comer tarde y aprender
Se sabe que los ritmos circadianos son importantes para el aprendizaje y la memoria. Cualquiera que haya intentado realizar tareas mentales complejas cuando sufre jet lag o falta de sueño puede confirmarlo. Sin embargo, los tentempiés nocturnos pueden influir en este efecto.
En el estudio de la UCLA, un grupo de ratones de control podía comer cuando quisiera. El grupo experimental, en cambio, se limitó a comer a las horas en que los ratones duermen normalmente. Ambos grupos comieron y durmieron la misma cantidad total de tiempo cada día, aunque el grupo experimental comió y durmió a horas diferentes y menos naturales.
Al cabo de varias semanas, se sometió a los ratones a pruebas de aprendizaje y memoria. El grupo experimental de ratones que comió cuando debería haber dormido no sólo obtuvo puntuaciones más bajas que sus homólogos, sino que también mostró cambios en la estructura de su hipocampo. El hipocampo es la zona del cerebro que se considera responsable del aprendizaje y la memoria.
¿Cómo puede afectar el picoteo al cerebro?
Serán necesarias más investigaciones para identificar la causa exacta de los cambios en el hipocampo de estos ratones. Sin embargo, los investigadores creen que pueden identificar la causa. Las personas que comen tarde por la noche tienen más probabilidades de trasnochar y no dormir a una hora natural. Comer a una hora tardía altera aún más sus ciclos de sueño-vigilia. Además, comer tarde por la noche reduce la plasticidad sináptica, que es el proceso fisiológico que permite al cerebro almacenar nueva información.
Además, el organismo no es tan eficiente a la hora de metabolizar los alimentos cuando se supone que debería estar durmiendo. Las culturas humanas tradicionales hacían su comida más copiosa al mediodía. Los ratones que comieron durante las horas normales de sueño también mostraron daños en el hígado y las glándulas suprarrenales.
Retos para el estilo de vida moderno
La gente moderna tiene más retos que nunca para sus relojes biológicos. Muchas personas tienen días largos y ajetreados que dejan las noches como único momento para el ocio y el picoteo. Además, 15 millones de estadounidenses trabajan por turnos, por lo que sus días están habitualmente desalineados con sus ciclos naturales de luz y oscuridad.
Los trabajadores por turnos y otras personas con horarios de trabajo poco naturales pueden cambiar sus husos horarios internos controlando la luz y la oscuridad para que coincidan con su horario diario de vigilia y sueño. Sin embargo, muchos intentan permanecer despiertos las horas normales en sus días libres. Como consecuencia, el trabajo por turn os está relacionado con diversas enfermedades, desde la depresión al cáncer. Muchos trabajadores por turnos también afirman tener el pensamiento confuso y mala memoria, lo que puede deberse a los cambios en el hipocampo observados en los ratones experimentales de la UCLA.
Cada vez son más los estudios sobre cronobiología que descubren que el ritmo circadiano controla más procesos fisiológicos de los que antes podíamos imaginar. Esta investigación puede servir para llevar una vida más larga, sana y feliz. El picoteo nocturno puede causar tantos problemas de salud que muchos científicos y médicos recomiendan evitarlo por completo.