¿Tiene sed justo antes de acostarse? Las investigaciones han descubierto que esta experiencia casi universal tiene una razón de ser.
¿Por qué los niños, y el resto de nosotros, tenemos más sed antes de acostarnos? Los padres conocen bien la historia: Acostamos a los niños y estamos a punto de apagar la luz cuando llega la petición nocturna de un vaso de agua. La mayoría de la gente siente más sed en las horas previas al sueño, pero pocos entienden lo común que es esto y por qué ocurre. Una nueva investigación está arrojando luz sobre el mecanismo celular que subyace a este antojo tan común.
Cómo controla el cerebro la sed
Como todos los impulsos e instintos corporales, la sed está estrechamente controlada por el cuerpo humano y funciona de acuerdo con su ritmo biológico innato. El momento exacto en que se tiene sed está regulado principalmente por el hipotálamo, la parte del cerebro que regula la temperatura, el apetito y otras actividades esenciales. Cuando el cuerpo está ligeramente deshidratado, produce más cantidad de una hormona llamada vasopresina. La vasopresina hace que el cuerpo conserve agua concentrando la orina y aumentando la reabsorción de agua por los riñones. Tenemos sensores en el cerebro y a lo largo de los vasos sanguíneos que detectan constantemente la concentración de nuestra sangre, por lo que tendremos sed cuando necesitemos más líquido.
Por qué se tiene sed antes de acostarse
Hay otros sistemas que también influyen en cuándo tenemos sed. Las ratas y otros mamíferos también muestran un aumento de la sed en las horas previas a acostarse. Un nuevo estudio sugiere un mecanismo para este patrón. Cuando nuestro núcleo supraquiasmático se prepara para dormir, libera vasopresina como parte del proceso. La vasopresina reduce la producción de orina, por lo que es menos probable que tengamos que levantarnos para ir al baño en mitad de la noche. La vasopresina no sólo actúa en los riñones, también provoca sed, lo que explica por qué es más probable que necesitemos un vaso de agua antes de acostarnos.
Todos los sistemas corporales sanos viven según su ritmo circadiano
A cualquiera que haya tenido que ir al baño en un momento inoportuno le costará creer que nuestras vejigas funcionen con precisión. Sin embargo, existe un reloj que controla el tracto urinario. Cuando los ratones tienen genes funcionales del ritmo circadiano, orinan más a determinadas horas del día. Cuando estos genes se alteran o eliminan, orinan de forma más constante a lo largo de un periodo de 24 horas, lo que puede interferir con el sueño.
Aunque para la mayoría de las personas es difícil establecer la conexión, sentir sed antes de acostarse está directamente relacionado con poder dormir toda la noche sin tener que ir al baño. Como dormir sin interrupciones es importante para nuestra salud en muchos aspectos, nuestro cuerpo libera hormonas que nos hacen reducir la producción de orina por la noche. Sentir sed no es más que un efecto secundario de esta hormona.
Esta nueva investigación en el campo de la cronobiología ofrece una explicación sencilla a un fenómeno frecuente. La próxima vez que su hijo le pida un vaso de agua antes de acostarse, o simplemente a usted le apetezca tomarse uno, tenga en cuenta que se trata de un comportamiento profundamente arraigado que se crea en lo más profundo de su cerebro.