En un nuevo estudio que vincula un mayor bienestar mental a la estación estival, los investigadores de la Universidad de Binghamton, Universidad Estatal de Nueva York (SUNY), destacan la influencia de la estación soleada en factores importantes que se sabe que influyen en el estado y la función mentales. Entre estos factores se encuentran el sueño, el ejercicio y la dieta.
Lo realmente destacable de este estudio es que observa la interacción de estos factores y ofrece información práctica que puede utilizar para mejorar su propio bienestar mental, la calidad del sueño y la salud en general.
Qué hace que el bienestar mental sea mayor en verano
El concepto del impacto estacional sobre el estado de ánimo y el bienestar mental se reconoce desde hace tiempo y está respaldado por un creciente número de pruebas. El nuevo estudio de SUNY Binghamton se suma a este creciente cuerpo de conocimientos, ofreciendo una intrigante mirada a la mecánica de lo que hace que el bienestar mental sea mayor en verano. Según los investigadores de SUNY, el mejor tiempo y los días más largos que trae consigo el verano pueden influir en una serie de factores que contribuyen a mejorar la salud mental y el bienestar.
Su estudio reveló que tanto la calidad de la dieta como los niveles de actividad física aumentan durante el verano. Se trata de un resultado lógico; el clima más cálido de la primavera y el verano son esenciales para el crecimiento de los cultivos. Con la mayor y más asequible disponibilidad de productos frescos en las tiendas de comestibles y los mercados de agricultores que se produce en los meses de verano, es lógico que mejore la calidad de la dieta.
Los días más largos y el mejor tiempo también podrían fomentar una mayor actividad física, incluidas las actividades al aire libre. Las dietas más sanas y el ejercicio suficiente se asocian a un mejor sueño y a un ritmo circadiano más saludable. Y todos estos factores están relacionados con una mejor salud mental y un mayor bienestar.
«La asociación entre la dieta, el sueño, el ejercicio y los cambios estacionales en relación con el malestar mental es compleja y multidimensional», explicó Lina Begdache, profesora adjunta de estudios sobre salud y bienestar de la Universidad de Binghamton. Describió la relación entre estos factores como «dinámica» y señaló que los cambios en uno o dos de estos factores pueden repercutir en todos ellos en un grado u otro, con la consiguiente mejora de la salud mental.
Emocionantes posibilidades de aplicación práctica
Establecer la conexión entre el verano y un mayor bienestar mental a través de factores específicos afectados por la estación tiene un gran potencial de aplicación práctica en la búsqueda de una mejor salud. La «relación dinámica» entre estos factores es especialmente interesante.
El camino hacia un mayor bienestar mental puede empezar cambiando lo que se pueda ahora mismo. Esto puede poner en marcha lo que Begdache, profesor adjunto de SUNY Binghamton, denomina un círculo virtuoso que puede mejorar el bienestar mental y facilitar la mejora de los demás factores que componen esa relación dinámica.
Por ejemplo, mejorar la dieta eliminando los alimentos procesados puede ayudar a sentirse mejor físicamente y con más energía. Eso, a su vez, puede ayudarle a hacer más ejercicio, lo que puede mejorar su sueño, todo lo cual puede mejorar su estado mental. También puede dar prioridad a la higiene del sueño, asegurándose de que duerme lo suficiente cada día y mejorando la calidad del sueño. Eso puede ayudar a mejorar su ritmo circadiano y su estado de ánimo. También puede ayudarte a tener la energía que necesitas para hacer otros cambios, como aumentar la actividad física y convertir en un hábito la preparación de una comida sana en lugar de ir al autoservicio. Una vez que cultives el hábito de la comida de verdad, esas sustituciones ultraprocesadas dejarán de ser apetecibles.
Entender cómo afecta el verano a tu bienestar mental te da la oportunidad de tomar medidas preventivas cuando cambie la estación. A medida que los días se acortan, procure tomar el sol por la mañana temprano para mantener un ritmo circadiano y unos ciclos de sueño saludables. Aumente los beneficios aprovechando ese tiempo de sol matutino para realizar actividad física. Intente ajustar su presupuesto de alimentos de invierno para incluir tantos productos frescos como sea posible. Coma según la estación: piense en sopas de invierno sustanciosas con muchas verduras nutricionalmente densas, arroz integral y lentejas y panes integrales crujientes. Cocina en volumen y tendrás tus propias comidas preparadas saludables.
Haz los cambios que puedas
Los resultados del estudio SUNY Binghamton ofrecen un mensaje positivo y fortalecedor, así como un medio práctico para lograr una mejor salud mental y física y un mayor bienestar. Los factores relacionados con el mayor bienestar mental que muchos experimentan durante el verano -la dieta, el sueño y el ejercicio- están dentro del ámbito de control de la mayoría de las personas.
Se pueden hacer cambios positivos sin necesidad de equipos especiales ni gastos añadidos. No se desperdicia ningún esfuerzo y cada pequeño cambio hace que el siguiente sea mucho más fácil de conseguir. Haga ahora los cambios que pueda y ponga en marcha hoy mismo su círculo virtuoso para mejorar su salud.