Según un equipo internacional dirigido por investigadores de la Universidad de Cambridge y el King’s College de Londres, el aumento de pesadillas y alucinaciones -o ensoñaciones- podría anunciar la aparición de enfermedades autoinmunes como el lupus. Los investigadores sostienen que debe reconocerse mejor que este tipo de síntomas mentales y neurológicos pueden ser una señal de alerta temprana de que una persona se acerca a un «brote», en el que su enfermedad empeora durante un periodo de tiempo.
Conexión entre los sueños y las enfermedades autoinmunes
En un estudio publicado en eClinicalMedicine, los investigadores encuestaron a 676 pacientes de lupus y a 400 médicos. También realizaron entrevistas en profundidad a 69 personas con enfermedades reumáticas autoinmunes sistémicas (incluido el lupus) y a 50 médicos. El lupus es una enfermedad inflamatoria autoinmune conocida por sus efectos en muchos órganos, incluido el cerebro. Como parte del estudio, el equipo también preguntó a los pacientes sobre el momento de aparición de 29 síntomas neurológicos y psicológicos (como depresión, alucinaciones y problemas de equilibrio). En las entrevistas, también se les preguntó si podían enumerar el orden en que solían aparecer los síntomas cuando se desencadenaba su enfermedad.
Uno de los síntomas notificados con más frecuencia fue la alteración del sueño onírico, que se dio en tres de cada cinco pacientes, un tercio de los cuales declaró que este síntoma se había producido más de un año antes del inicio de la enfermedad lúpica. Algo menos de uno de cada cuatro pacientes declararon alucinaciones, y el 85% de ellos experimentaron el síntoma alrededor del inicio de la enfermedad o más tarde. Sin embargo, cuando los investigadores entrevistaron a los pacientes, descubrieron que tres de cada cinco pacientes con lupus y uno de cada tres pacientes con otras enfermedades reumatológicas referían un sueño cada vez más perturbado -por lo general, pesadillas vívidas y perturbadoras- poco antes de sus alucinaciones. Estas pesadillas eran a menudo vívidas y aterradoras e incluían sensaciones de ser atacado, pellizcado, aplastado o de caerse.
Los entrevistadores del estudio descubrieron que utilizar el término «soñar despierto» para referirse a las alucinaciones solía provocar un momento de «ajá» en los pacientes, que sentían que era una palabra menos aterradora y estigmatizada. Los pacientes que sufrían alucinaciones se mostraban reacios a compartir sus experiencias y muchos profesionales afirmaron que nunca habían considerado las pesadillas y alucinaciones como causa de episodios de enfermedad. La mayoría afirmó que hablaría con sus pacientes sobre pesadillas y alucinaciones en el futuro, ya que creen que reconocer estos síntomas tempranos puede proporcionar un «sistema de alerta temprana» que permite mejorar el tratamiento e incluso reducir los tiempos de consulta al prevenir un episodio en una fase más temprana.
Mejor seguimiento de las enfermedades graves
Según la autora principal del estudio, la Dra. Melanie Sloan, del Departamento de Salud Pública y Atención Primaria de la Universidad de Cambridge, es importante que los médicos hablen con sus pacientes sobre este tipo de síntomas y se tomen el tiempo necesario para anotar la evolución individual de los síntomas de cada paciente. Los pacientes suelen saber qué síntomas son una mala señal de que su enfermedad está a punto de estallar, pero tanto los pacientes como los médicos suelen ser reacios a hablar de los síntomas psicológicos y neurológicos, sobre todo si no saben que pueden formar parte de una enfermedad autoinmune. La importancia de reconocer estos síntomas ha sido subrayada por los informes de que algunos pacientes fueron diagnosticados erróneamente en un principio o incluso hospitalizados con un episodio psicótico y/o pensamientos suicidas, que sólo más tarde resultaron ser el primer signo de su enfermedad autoinmune.
Según el profesor Guy Leschziner, autor del estudio, neurólogo del Guys’ and St Thomas’ Hospital y autor del libro The Secret World of Sleep (El mundo secreto del sueño), hace tiempo que está claro que los cambios en los sueños pueden indicar cambios en la salud física, neurológica y mental, y a veces pueden ser indicadores precoces de enfermedad. Sin embargo, ésta es la primera prueba de que las pesadillas también pueden ayudar a vigilar una enfermedad autoinmune tan grave como el lupus, y es un recordatorio importante tanto para los pacientes como para los médicos de que los síntomas del sueño pueden informar de una recaída inminente.