La depresión, el trastorno mental más frecuente en el mundo, parece estar relacionada con trastornos del sueño y alteraciones de los niveles de melatonina.
Alrededor del 6,7 por ciento de los adultos estadounidenses sufre un episodio depresivo grave cada año, lo que convierte a la depresión en uno de los problemas de salud pública más importantes de nuestro tiempo. Los trastornos del sueño se consideran uno de los principales síntomas de la depresión, pero también pueden ser una causa. El vínculo entre depresión y alteraciones del sueño es tan fuerte que la depresión puede predecirse incluso mediante los niveles de melatonina salival.
La depresión: Una enfermedad debilitante
La depresión no es sólo tristeza, sino un trastorno mental que afecta a todos los aspectos de la existencia de una persona. Los síntomas incluyen tristeza generalizada, apatía, fatiga, insomnio y cambios en el apetito. Una alteración de la actividad de la serotonina parece ser la causa principal, por lo que los médicos suelen tratar la depresión con fármacos que aumentan los niveles de serotonina. Sin embargo, también parecen estar implicados otros neurotransmisores como la dopamina, la norepinefrina y la melatonina.
Trastornos del sueño y estado de ánimo
Al igual que muchos trastornos del estado de ánimo y enfermedades mentales, la depresión parece estar relacionada con el sueño. El insomnio y la fatiga son dos síntomas importantes del trastorno, pero también pueden ser causas parciales del mismo. Cuando las personas no duermen lo suficiente o lo hacen a horas inadecuadas, su organismo no puede limpiar los productos de desecho del cerebro con la misma eficacia ni mantener un equilibrio saludable de neurotransmisores. En las personas propensas a la depresión, esto puede ser el desencadenante de un episodio depresivo grave. Durante estos episodios, el insomnio y la fatiga pueden empeorar, creando una espiral descendente difícil de tratar. La depresión sigue siendo una de las enfermedades más difíciles de tratar, a pesar de su elevada prevalencia.
Melatonina: ¿un predictor de la gravedad de la depresión?
Un estudio reciente ha demostrado de forma concluyente la relación entre la melatonina y la depresión. Las personas dieron muestras de saliva que se analizaron para detectar melatonina, una forma habitual de comprobar los niveles de este neurotransmisor. A continuación se les evaluó la depresión. Los niveles de melatonina estaban tan correlacionados con la gravedad de la depresión que podían utilizarse como indicador fiable. Esto podría ofrecer una prueba de laboratorio para la depresión, algo que los investigadores médicos llevan décadas intentando desarrollar.
Si los niveles de melatonina pueden predecir la depresión, esta hormona del sueño podría ser más importante para la enfermedad de lo que se creía. Ni siquiera los niveles de serotonina son un predictor preciso de la enfermedad. En la actualidad se están estudiando análogos de la melatonina como tratamiento de la depresión, que resultan muy prometedores. Dormir bien puede ser el mejor tratamiento para muchas personas que sufren trastornos del estado de ánimo debilitantes.
La depresión puede ser muy difícil de tratar porque intervienen múltiples factores y no hay una única causa fisiopatológica. Los nuevos enfoques son importantes porque pueden influir positivamente en la vida de millones de personas que sufren este trastorno del estado de ánimo. La melatonina parece ser una pieza del rompecabezas en el tratamiento eficaz del trastorno depresivo mayor.