Cada vez más investigaciones han identificado un gen principal del reloj circadiano relacionado con la drogadicción. Según los científicos, el mismo gen que gobierna los numerosos ritmos circadianos del cuerpo también desempeña un papel clave en la regulación del sistema de recompensa del cerebro y podría influir potencialmente en la probabilidad de un comportamiento adictivo.
Cómo influyen los ritmos circadianos en la adicción
La adicción ha sido durante mucho tiempo una epidemia silenciosa a pesar de sus amplias consecuencias sociales y económicas. Sólo en Estados Unidos, más de 63.000 personas mueren cada año por sobredosis de drogas. Según datos de los CDC, una media de 115 estadounidenses morirán cada día sólo por sobredosis de opiáceos. Para algunos científicos, comprender mejor los mecanismos que subyacen a los comportamientos adictivos se ha convertido en un imperativo moral.
Las investigaciones han descubierto que los trastornos por abuso de sustancias suelen coexistir con alteraciones del ritmo circadiano, como interferencias en los ciclos de sueño-vigilia. Estas alteraciones agravan aún más los síntomas de la adicción. Además de los factores ambientales, las alteraciones moleculares de los mecanismos circadianos pueden predisponer a algunas personas a comportamientos adictivos. Los investigadores han empezado a dedicar sus esfuerzos a desentrañar mejor lo que parece una relación bidireccional entre la adicción y nuestro reloj biológico.
En un informe publicado en línea por la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, los investigadores examinaron cómo el gen que mantiene los relojes circadianos del cuerpo puede ser también un actor clave en la adicción a las drogas. Los investigadores descubrieron que el gen del reloj maestro del cuerpo ayuda a regular el sistema de recompensa del cerebro. Al actuar como regulador negativo de las recompensas de las drogas, el gen influye potencialmente en las cualidades adictivas de drogas como el alcohol, la cocaína, las metanfetaminas y los opiáceos.
Según la autora principal del estudio, la Dra. Colleen A. McClung, «descubrimos que el gen Clock no sólo interviene en la regulación de los ciclos sueño-vigilia, sino que también está muy implicado en la regulación de las respuestas gratificantes a las drogas de abuso. Lo hace a través de sus acciones sobre las vías de la dopamina».
Dopamina, recompensas negativas y conductas adictivas
Las drogas de las que se abusa con frecuencia, como el alcohol y la cocaína, dependen directamente del sistema de recompensa dopaminérgico y de otras vías de señalización para promover sus propiedades adictivas. Dentro del cerebro, la dopamina actúa como un neurotransmisor que controla los centros de recompensa y placer. La dopamina es responsable de regular el movimiento y las respuestas emocionales. Es lo que nos permite ser conscientes de las recompensas, lo que nos impulsa a la acción para buscar esas recompensas y lo que inevitablemente proporciona las gratificantes sensaciones de disfrute de los estímulos.
Otros estudios han destacado el papel del ritmo circadiano en la regulación de la actividad dopaminérgica de recompensa. Casi todos los aspectos del sistema de recompensa dopaminérgico están sujetos a la influencia circadiana y muestran patrones de variación diurna.
Dentro de su trabajo, el equipo de McClung observó que cuando a los ratones que carecían del gen Clock se les administraba cocaína, la droga les afectaba más que a los ratones que poseían el gen Clock. Los ratones con deficiencia de reloj eran más hiperactivos, experimentaban una mayor alteración circadiana y eran recompensados con una mayor producción de dopamina que los ratones de control.
Según el Dr. McClung, «rastreamos las células dopaminérgicas en los cerebros de los ratones y descubrimos que estas células se disparaban más rápidamente y mostraban un patrón llamado bursting, que conduce a una liberación inusualmente grande de dopamina. También descubrimos que en estos ratones se produce y libera más dopamina en condiciones normales y, sobre todo, tras la exposición a la cocaína».
El equipo cree que esto sugiere que el gen Clock, que controla los ritmos circadianos del cuerpo, es también un regulador clave del sistema de recompensa del cerebro. De ser así, podría tener una influencia directa en las cualidades adictivas de drogas como la cocaína.
Nuevas investigaciones sobre la relación entre el gen del reloj y la adicción a las drogas
El Dr. Eric Nestler, autor principal del estudio, cree que sus resultados sugieren que puede existir una relación entre la alteración del ritmo circadiano y la probabilidad de abusar de las drogas. Según el Dr. Nestler, «la mayoría de los trabajos sobre el Reloj se han centrado en el marcapasos maestro del cerebro, situado en una zona cerebral llamada núcleo supraquiasmático». La novedad de los hallazgos del Dr. McClung es el papel que desempeña el Reloj en las vías de recompensa del cerebro. El siguiente paso es examinar el Clock y los genes relacionados en los adictos humanos».
Resulta que puede haber bastantes genes circadianos asociados a comportamientos adictivos. En un estudio publicado en Behavioural Brain Research, investigadores de Dartmouth investigaron cómo la familia de genes Period, relacionada con el ciclo sueño-vigilia, se asociaba con el abuso del alcohol. Los investigadores descubrieron que los ratones con un gen Per mutado eran más propensos a emborracharse, ya que tenían una mayor tolerancia al alcohol y lo metabolizaban a un ritmo menor que los ratones sin la mutación.
En otro estudio publicado en la revista Genes, Brain, and Behavior, un gen concreto del ritmo circadiano, el CSNK1E, se ha relacionado directamente con los atracones y la adicción a los opiáceos, y también podría desempeñar un papel en algunos casos de adicción al alcohol. Los autores de ese estudio, investigadores del Centro Médico de la Universidad de Boston, fueron citados diciendo que «la posible interacción del CSNK1E con la biología circadiana para afectar a la adicción es un área de investigación inexplorada que podría ser una pieza crucial del rompecabezas para comprender plenamente su papel en las adicciones».
Es necesario seguir investigando para comprender plenamente los mecanismos que subyacen a la relación entre los ritmos circadianos y la adicción, pero está claro que existe un vínculo bidireccional, y este conocimiento puede ayudar a allanar el camino para comprender y tratar mejor la adicción en el futuro.