Se ha demostrado que la melatonina afecta a los patrones de sueño-vigilia, al crecimiento celular y a diversas vías celulares. Nuevos estudios indican que también puede controlar la fertilidad femenina.
Nuestro cuerpo funciona a distintos ritmos, como el ritmo circadiano de 24 horas y el ritmo estacional. El cuerpo de la mujer también tiene un ciclo mensual que rige la fertilidad femenina. Nuevos estudios sugieren que estos ciclos pueden estar más interrelacionados de lo que los médicos creían, y que la melatonina actúa como el vínculo que los une.
El eje hipotalámico-hipofisario-ovárico y la fertilidad femenina
La fertilidad de la mujer está controlada por un sistema multiorgánico coordinado que los médicos y científicos conocen como eje hipotalámico-hipofisario-ovárico. Se trata de un término largo que describe un concepto bastante simple. El hipotálamo funciona como el órgano maestro de la fertilidad femenina, enviando señales a la hipófisis a través de una hormona llamada GnRH. La GnRH estimula a la hipófisis para que produzca la hormona luteinizante (LH) y la hormona foliculoestimulante (FSH), que a su vez estimulan a los ovarios para que produzcan progesterona y estrógenos. La progesterona y el estrógeno estimulan diversos efectos fisiológicos, entre los que destacan el control de la ovulación y la fertilidad.
Melatonina y función ovárica
La melatonina tiene diversos efectos sobre los ovarios. Actúa como antioxidante en este delicado e importante tejido, previniendo el daño celular. También aumenta la calidad de los óvulos, que es un factor crucial para la fertilidad. Las mujeres sometidas a FIV que toman suplementos de melatonina tienen más probabilidades de quedarse embarazadas y dar a luz a un bebé sano. Esto sugiere una intersección entre el ritmo circadiano y los ritmos mensuales relacionados con la fertilidad.
Ritmo circadiano, ritmo estacional y ciclos mensuales
Cuando los múltiples ritmos y ciclos que controlan nuestro cuerpo están alineados, nos beneficiamos de una salud óptima, incluida la máxima fertilidad. Cuando estos ciclos se desajustan, nuestra salud y fertilidad pueden verse afectadas. Un estudio reciente ha descubierto que el desfase horario y otros trastornos del ritmo circadiano pueden tener efectos negativos en la fertilidad de la mujer. Los investigadores creen que una alteración en la producción de melatonina es la raíz de este problema.
Los ratones tienen un reloj de 24 horas muy similar al de los humanos, y son nocturnos. En un estudio publicado recientemente, los investigadores alteraron el ritmo circadiano de ratones hembra justo antes de criarlos. Las hembras que tenían menos horas de luz al día presentaban tasas de fertilidad inferiores a las normales y sólo la mitad de ellas daba a luz. Las hembras con más horas de luz tuvieron efectos aún más graves: sólo una de cada cinco tuvo una camada. Esta cifra es muy baja en comparación con el grupo de ratones de control. El 90% de los ratones a los que se permitió un ciclo normal de sueño-vigilia tuvieron un embarazo y un parto sanos.
Melatonina: ¿un nuevo fármaco para la fertilidad?
Las implicaciones de las recientes investigaciones son claras: la melatonina influye efectivamente en el ciclo mensual de la mujer, principalmente actuando sobre el hipotálamo para afectar a la liberación de GnRH. Se inicia así una cascada que acaba llegando a los ovarios. Dado que la función ovárica es crucial para la fertilidad de una mujer, un ciclo circadiano saludable, o la falta del mismo, puede influir en sus posibilidades de lograr un embarazo saludable. Aunque hay múltiples factores que influyen en las posibilidades de quedarse embarazada, tomar un suplemento de melatonina y dormir las horas que el cuerpo necesita puede aumentar la fertilidad de la mujer.