Las conexiones entre la forma más común de apnea del sueño, la apnea obstructiva del sueño, y la hipertensión ya están bien establecidas. En un estudio reciente, los investigadores presentan pruebas que sugieren que el equilibrio de las bacterias intestinales también puede ser un factor que vincule esas dos afecciones comunes. Publicado en la revista Journal of Clinical Sleep Medicine, el estudio revisó los datos de una serie de estudios y descubrió que la disbiosis intestinal, un desequilibrio en el microbioma intestinal, era común tanto a la hipertensión como a la apnea del sueño. Establecer un vínculo entre las bacterias intestinales, la hipertensión y la apnea del sueño podría conducir a mejorar los planes de prevención y tratamiento de estas afecciones.
Apnea del sueño: Un problema de salud mundial
Una persona con apnea del sueño deja de respirar brevemente mientras duerme. Hay dos tipos de apnea del sueño, cada uno con un mecanismo desencadenante diferente. Un tipo es bastante raro y consiste en un mal funcionamiento del sistema de mensajería cerebro-músculo. Es lo que se denomina apnea central, ya que el problema se debe a una señalización del sistema nervioso central.
La apnea obstructiva del sueño es mucho más frecuente y afecta a unos mil millones de personas en todo el mundo. Este tipo de apnea del sueño, como su nombre indica, está causada por una obstrucción o bloqueo de las vías respiratorias cuando los músculos que las rodean se relajan durante el sueño. La obesidad es una de las causas más comunes de este tipo de apnea del sueño y es el principal factor impulsor del rápido aumento de este trastorno del sueño tan común en la actualidad.
Hipertensión: Un importante riesgo para la salud
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la hipertensión es un problema de salud mundial que afecta aproximadamente a 1.280 millones de adultos. La mala alimentación, la obesidad y la falta de actividad física son algunos de los factores que más contribuyen a desarrollar hipertensión. Teniendo esto en cuenta, no es de extrañar que la hipertensión también esté aumentando en todo el mundo. Y no sólo en adultos: En las dos últimas décadas, se ha producido un aumento significativo del número de niños con hipertensión.
La hipertensión se considera un grave problema de salud porque suele ser precursora de varias enfermedades graves. De hecho, es la primera causa de enfermedad cardiovascular en todo el mundo y una de las principales causas de muerte prematura. La hipertensión se asocia a un riesgo elevado de infarto de miocardio y accidente cerebrovascular. También puede causar problemas de visión a través del daño a los vasos sanguíneos de los ojos, causar demencia vascular, tener un impacto negativo en la salud y la función renal y puede contribuir a un mayor riesgo de desarrollar trastornos metabólicos.
La conexión entre las bacterias intestinales, la hipertensión y la apnea del sueño
En 2019, Bruce R. Stevens, PhD y profesor de psiquiatría, medicina y fisiología y genómica funcional en la Facultad de Medicina de la Universidad de Florida en Gainesville, Florida, describió a los humanos como «metaorganismos» porque el número de células humanas y bacterias en un cuerpo humano es aproximadamente igual. Nuestras bacterias intestinales desempeñan un enorme papel en nuestra salud, ya que intervienen en numerosos procesos fundamentales, como el metabolismo de los alimentos, la fabricación de serotonina y el funcionamiento del sistema inmunitario. Stevens también fue la autora principal de un estudio que relaciona las bacterias intestinales con la hipertensión.
En su reciente estudio sobre la relación entre las bacterias intestinales, la apnea del sueño y la hipertensión, Saif Mashaqi, MD, FCCP, y David Gozal, MD, MBA, señalaron la repercusión que la apnea del sueño puede tener en las bacterias intestinales a través de los bajos niveles de oxígeno en sangre que esta afección puede producir. Según los investigadores, esos niveles más bajos de oxígeno en sangre pueden influir en el equilibrio de las bacterias del microbioma intestinal al crear un entorno más hospitalario para las bacterias que requieren poco o nada de oxígeno, lo que permite que esas variedades prosperen mientras que otras que requieren un nivel normal de oxígeno disminuyen en número.
Ese desequilibrio, o disbiosis, especialmente cuando hay otros factores, como una dieta deficiente, que se suman al estado general de desequilibrio, puede afectar a la salud y la función del revestimiento intestinal, llamado epitelio. Esto puede provocar fugas intestinales y contribuir a que una mayor cantidad de toxinas lleguen al torrente sanguíneo.
Esto, a su vez, puede provocar un aumento de la inflamación sistémica, que se sabe que está asociada a un mayor riesgo de enfermedades, como la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares. Los investigadores también señalaron estudios con animales en los que se realizaron trasplantes fecales que indicaban una relación causal entre el equilibrio de las bacterias intestinales y la hipertensión.
Potencial para mejorar la prevención y el tratamiento
Comprender la relación entre las bacterias intestinales, la hipertensión y la apnea del sueño y la hipertensión arterial podría mejorar la prevención y orientar mejor el tratamiento. Un aspecto importante que puede utilizar hoy para promover un mejor sueño y una mejor salud es la importancia general de la dieta.
Los alimentos ultraprocesados destruyen el microbioma intestinal. Una dieta sana y equilibrada a base de alimentos integrales favorece el equilibrio de las bacterias intestinales. Combine esa dieta sana con una actividad física suficiente cada día y dormirá mejor por la noche, al tiempo que reducirá el riesgo de padecer numerosas enfermedades y afecciones crónicas, como la hipertensión y la apnea del sueño.