Los efectos sobre la salud del trabajo por turnos están muy estudiados. Nuevas investigaciones sugieren que la capacidad para soportar el trabajo en turnos nocturnos puede ser genética.
Muchas organizaciones sanitarias, desde la OMS hasta los CDC, consideran que trabajar en turnos impares es un grave riesgo para la salud e incluso un carcinógeno. Los expertos laborales calculan que el 3,2% de la población activa trabaja en turnos nocturnos y otro 2,5% en turnos alternos. Hay aún más personas que trabajan por la noche, muy temprano por la mañana y en otros turnos impares, lo que supone alrededor del 15 por ciento de la población activa en total. Esto significa que unos seis millones de personas corren un mayor riesgo de padecer cáncer, diabetes y cardiopatías. Sin embargo, estos riesgos parecen afectar a unas personas más que a otras.
Las pruebas del trabajo por turnos
El trabajo por turnos puede ser difícil de gestionar. Las personas que trabajan en turnos impares no están despiertas a las mismas horas que los demás, lo que puede aislarlas socialmente. A algunas personas les cuesta dormir cuando hay luz, lo que provoca insomnio y otros trastornos del sueño. El simple hecho de ir a por un litro de leche de camino a casa puede suponer un reto cuando se sale del trabajo a las 2 de la madrugada.
Sin embargo, la logística es sólo el principio de los retos a los que se enfrentan algunos trabajadores por turnos. Además de los graves riesgos para la salud, muchos afirman sentir una fatiga y un agotamiento constantes y generalizados. Hasta ahora se desconocía por qué algunas personas se adaptan rápidamente a los turnos de noche mientras que otras parecen vivir sumidas en el agotamiento. Resulta que un único gen puede marcar la diferencia para las enfermeras, policías y otros trabajadores que mantienen nuestro mundo en funcionamiento mientras dormimos.
¿Por qué algunas personas llevan mejor el turno de noche que otras?
Los investigadores realizaron pruebas genéticas a trabajadores finlandeses del turno de noche y les pidieron que evaluaran su fatiga de forma continua. A continuación, cruzaron las pruebas genéticas con los síntomas. Los resultados fueron interesantes: las personas menos capaces de soportar el trabajo en turno de noche presentan una variante genética del gen del receptor de melatonina 1A, un gen denominado MTNR1A.
La variante genética que te hace menos capaz de adaptarte al trabajo nocturno está causada por la metilación de este receptor. La metilación del ADN es necesaria para la regulación epigenética de los genes. Esto es significativo porque se sabe que este receptor en particular es importante para ajustar la producción de melatonina en función de las demandas del entorno. Aumenta la señalización de melatonina cuando es necesario, pero más en las personas con una versión sana del gen. El resultado es que las personas con el MTNR1A más metilado no pueden ajustar rápida y eficazmente su producción de melatonina para satisfacer las necesidades de un horario de trabajo diferente.
Cómo hacer que funcione el turno de noche
El secreto para que el turno de noche funcione, independientemente de su genotipo, es la melatonina. Producida por la glándula pineal y liberada en respuesta a las señales del núcleo supraquiasmático del hipotálamo, esta hormona indica al cuerpo que se prepare para dormir. Además, la melatonina es importante para indicar a las células que pronto dormirá y que pueden empezar a someterse a procesos de reparación vitales. Equilibrar los niveles de melatonina es fundamental para dormir lo necesario, independientemente del horario de trabajo. He aquí algunas formas de mantener controlados los niveles de melatonina y el ritmo circadiano:
- Reciba mucha luz durante las horas de vigilia.
- Considere la fototerapia si no dispone de luz natural brillante cuando está despierto.
- Mantenga un ciclo de sueño-vigilia lo más constante posible.
- Hable con su médico sobre la posibilidad de tomar un suplemento de melatonina, sobre todo de acción prolongada, si a menudo tiene que dormir a una hora del día que difiere de su propio ritmo biológico.
La melatonina es importante para el sueño, por lo que no es sorprendente que la capacidad de ajustar los niveles de melatonina sea la diferencia crucial en la forma en que las personas manejan el trabajo en turnos nocturnos. Sin embargo, hay formas de mantener unos niveles saludables de melatonina y un ritmo circadiano sano aunque no siempre se pueda trabajar de día.