La mayoría de la gente ha oído hablar del trastorno afectivo estacional o depresión invernal. Sin embargo, algunas personas experimentan síntomas similares en los meses cálidos. Los investigadores están estudiando con más detalle el trastorno afectivo estacional inverso, o depresión estival. Nuevos estudios en cronobiología sugieren que este problema de salud tan común tiene una base bioquímica muy real.
La relación entre el verano y la depresión
El Dr. Alfred Lewy, catedrático de psiquiatría de la Universidad de Salud y Ciencias de Oregón, en Portland (Oregón), cree que existen dos vínculos entre el tiempo estival y la depresión: uno está relacionado con la humedad y la temperatura, y el otro con los niveles de luz solar. Esta observación es corroborada por médicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Georgetown y de la Facultad de Medicina de la Universidad de Pittsburgh.
Aunque muchas personas han observado que sentían más depresión en los meses de verano, este hecho fue ignorado durante mucho tiempo por los investigadores hasta que el tema fue estudiado por quienes ellos mismos experimentaron angustia mental como consecuencia del incesante sol estival. Sin embargo, los investigadores estiman que entre el 4 y el 6 por ciento de la población sufre trastorno afectivo estacional inverso.
¿Cómo puede causar depresión el verano?
Como dice Ellen Frank, profesora de psicología y psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Pittsburgh:
«Siempre me he sentido un poco asquerosa y apática en verano y llena de energía en invierno».
Demasiado sol, según los investigadores en biología circadiana, puede provocar déficits de melatonina. Las personas que necesitan mayores niveles de oscuridad para producir esta hormona, esencial para un sueño de calidad y una buena función cognitiva, pueden sufrir en verano, cuando el sol dura hasta bien entrada la noche.
La melatonina es creada y liberada por la glándula pineal cuando el núcleo supraquiasmático del hipotálamo emite señales en respuesta a la falta de luz. Sin embargo, un exceso de luz puede impedir que el cerebro produzca suficiente melatonina para un patrón de sueño saludable, provocando una serie de síntomas desagradables.
Los síntomas de la depresión estival van más allá de los problemas para dormir. Dado que la melatonina dicta una serie de procesos bioquímicos, estas personas pueden sufrir pérdida o aumento de peso, ansiedad y depresión y pérdida de apetito, además de las dificultades para conciliar el sueño.
Rutinas y tristeza estivales
Además de los problemas para conseguir niveles de melatonina lo suficientemente altos como para mantener un sueño saludable, el verano también presenta otro reto importante para el ritmo circadiano: los cambios de horarios. La creación de rutinas saludables es uno de los principales enfoques para tratar la depresión, ya que ayuda a normalizar neuroquímicos como la melatonina y la serotonina, que favorecen una química cerebral saludable.
En verano, los niños no van al colegio, se toman vacaciones y muchas personas ajustan sus horarios de trabajo o se toman tiempo libre para disfrutar del buen tiempo. Esto puede alterar los horarios de comida, sueño y otros horarios importantes que ayudan a estimular la producción de melatonina en el cuerpo. Esto puede provocar depresión y una serie de síntomas.
Amanecer: ¿La cura para el trastorno afectivo estacional inverso?
Varios médicos sugieren que la cura para la depresión estival puede ser sencilla: ver amanecer. La mayoría de las hipótesis se centran en el efecto de la luz sobre el ritmo circadiano, o nuestros relojes internos de 24 horas. La hipótesis del desfase sostiene que los ciclos de luz y oscuridad se desajustan cuando el día y la noche no están en perfecta sintonía con los relojes internos de una persona, como ocurre en verano, cuando el amanecer se adelanta y el atardecer se retrasa.
De hecho, los estudios sobre biología circadiana han respaldado esta hipótesis. Cuando las personas con trastorno afectivo estacional inverso se levantan temprano y exponen su rostro a la luz brillante del amanecer, los síntomas del trastorno afectivo estacional inverso suelen reducirse o incluso desaparecer por completo.
La luz matutina adelanta el reloj corporal y la luz vespertina lo retrasa. En un estudio de 2006, los investigadores establecieron que un reloj corporal desajustado desempeña un papel importante en la depresión invernal, lo que sugiere que también puede tener un papel en la depresión estival. Algunas personas pueden sentir este trastorno afectivo estacional inverso como un desfase horario de cinco meses.
Lafototerapia a la hora correcta del día, por ejemplo a las 5:45 de la mañana, puede restablecer este ritmo circadiano a un ritmo más saludable y aliviar muchos de los síntomas de este trastorno. Esto puede poner fin a la depresión estival. Además, levantarse temprano para ver el amanecer puede ayudar a muchas personas a mantener un horario más estable en verano.
La depresión, el trastorno afectivo estacional y otros trastornos del estado de ánimo pueden ser difíciles de tratar. Sin embargo, la investigación en cronobiología está ayudando a los médicos a tratar más eficazmente a los pacientes con estos y otros problemas de salud. En muchos casos, tratamientos de sentido común y rentables, como ver amanecer, pueden ayudar a las personas a sentirse mejor y disfrutar de los meses cálidos.