¿Pueden los trastornos del sueño contribuir a las enfermedades mentales? Un nuevo estudio sugiere que el trastorno bipolar y los trastornos del sueño pueden estar interrelacionados.
Antiguamente denominado depresión maníaca, el trastorno bipolar es una enfermedad mental caracterizada por ciclos de manía y depresión. Aunque ahora se conoce mejor esta enfermedad, muchas personas que la padecen luchan por encontrar un tratamiento que les ayude a llevar una vida feliz y productiva. Sin embargo, nuevas investigaciones que sugieren una relación entre el trastorno bipolar y los patrones de sueño ofrecen la esperanza de que el tratamiento de los trastornos del sueño subyacentes pueda ayudar a controlar los síntomas del trastorno bipolar.
¿Qué es el trastorno bipolar?
El trastorno bipolar se caracteriza por cambios amplios y rápidos en el estado de ánimo, la energía y el nivel de funcionamiento. Cuando las personas que padecen esta enfermedad mental se encuentran en una fase maníaca, tienen una energía aparentemente infinita y necesitan dormir poco o nada. Sin embargo, a menudo actúan de forma delirante o incluso peligrosa durante las fases maníacas. En el otro extremo del espectro, las fases depresivas suelen incluir lentitud mental, fatiga, sueño más prolongado de lo habitual y sentimientos de tristeza.
Como muchas enfermedades mentales, el trastorno bipolar va acompañado de cambios físicos en el cerebro y el cuerpo. En una fase maníaca, suele aumentar el pulso y la tensión arterial. Las fases depresivas provocan justo lo contrario. Las diferencias en la estructura del cerebro, sobre todo en el córtex prefrontal, suelen ser evidentes en la resonancia magnética y otras técnicas de imagen. Hormonas como la dopamina pueden desempeñar un papel en el trastorno, pero la fisiopatología exacta sigue siendo desconocida.
Trastorno bipolar y patrones de sueño
Uno de los rasgos distintivos del trastorno bipolar es la alteración del sueño. Las personas en fases maníacas a menudo pasan días sin dormir, volviéndose gradualmente más delirantes. Cuando se encuentran en una fase depresiva, las personas con trastorno bipolar pueden dormir la mayor parte del día. Sin embargo, las personas bipolares presentan trastornos del sueño incluso cuando no padecen síntomas de la enfermedad mental. De hecho, investigaciones recientes han descubierto que ciertos trastornos del ritmo circadiano pueden ser incluso herramientas diagnósticas del trastorno bipolar.
En general, las personas bipolares tienden a dormir menos en el tiempo que precede a una fase maníaca, así como durante la propia fase maníaca. También sufren latencia del sueño, es decir, tardan mucho en dormirse, incluso cuando están en remisión. Además, muchos padecen una corta duración del sueño, lo que significa que no permanecen dormidos el tiempo suficiente para descansar de verdad. Sin embargo, la característica distintiva del sueño asociada a esta enfermedad mental es la variabilidad del índice de fragmentación del sueño.
Fragmentación del sueño y trastorno bipolar
¿Por qué la fragmentación del sueño con alta variabilidad es una característica importante del trastorno bipolar? El índice de fragmentación del sueño es una medida del número de veces que el cerebro se excita por la noche, interrumpiendo los ritmos del sueño. Las personas con trastorno bipolar tienden a tener un sueño muy fragmentado y las excitaciones se producen en momentos aleatorios impredecibles. Esto puede llevar a la privación del sueño y a desequilibrios químicos aunque la persona esté técnicamente dormida durante ocho o más horas.
Los psiquiatras suelen decir a los pacientes que dormir lo suficiente es la mitad del tratamiento del trastorno bipolar. Otras terapias para estabilizar el ritmo circadiano también pueden ayudar a las personas a controlar los síntomas de esta enfermedad mental. Por ejemplo, se ha demostrado que la melatonina ayuda con la latencia del sueño, por lo que puede resultar un tratamiento auxiliar eficaz para el trastorno bipolar y otras enfermedades mentales relacionadas con trastornos del sueño. La fototerapia también puede ser una opción. Estas nuevas investigaciones sobre el trastorno bipolar y los patrones de sueño abren nuevas vías de tratamiento para una enfermedad mental que la medicina moderna tiene dificultades para tratar con eficacia.