Los problemas de sueño desempeñan un papel importante en el desarrollo y mantenimiento de muchos problemas de salud mental, pero la razón de este vínculo es difícil de encontrar. Según una nueva investigación de la Universidad de East Anglia (UEA), la relación entre dormir mal y los problemas de salud mental podría estar relacionada con déficits en las regiones cerebrales que mantienen a raya los pensamientos no deseados. El nuevo estudio, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences(PNAS), ofrece nuevas perspectivas sobre los mecanismos cognitivos y neuronales que subyacen a la relación entre el sueño y la salud mental. Estos hallazgos podrían contribuir al desarrollo de nuevas estrategias de tratamiento y prevención de problemas de salud mental como la depresión y la ansiedad.
Los recuerdos pueden influir en el bienestar emocional
El Dr. Marcus Harrington, profesor de la Facultad de Psicología de la UEA, es el autor principal del artículo «Memory control deficits in the sleep-deprived human brain». Colaboró con colegas de las universidades de York, Cambridge, Sussex y Queen’s University (Canadá). Utilizando imágenes funcionales, se demostró por primera vez que los déficits en el control de la memoria tras la privación de sueño están relacionados con dificultades para activar regiones cerebrales que favorecen la inhibición de la recuperación de la memoria, y que el rejuvenecimiento nocturno de estas regiones cerebrales está relacionado con el sueño de movimientos oculares rápidos (MOR).
Según el Dr. Harrington, «los recuerdos de experiencias desagradables pueden irrumpir en la conciencia, a menudo en respuesta a recordatorios». «Aunque estos recuerdos intrusivos son una perturbación ocasional y transitoria para la mayoría de las personas, pueden ser recurrentes, vívidos y angustiosos para quienes padecen trastornos mentales como depresión, ansiedad y estrés postraumático. Dado que los recuerdos desempeñan un papel central en nuestra percepción afectiva del mundo exterior, las disfunciones en el control de la memoria pueden explicar en gran medida el vínculo entre la privación de sueño y la desregulación emocional». Según los investigadores, es esencial comprender mejor los mecanismos que desencadenan la aparición de recuerdos intrusivos para mejorar el bienestar emocional y reducir la carga global de enfermedades mentales.
El sueño desempeña un papel importante a la hora de mantener el control sobre nuestros recuerdos
85 adultos sanos intentaron suprimir recuerdos no deseados mientras se captaban imágenes de sus cerebros mediante resonancia magnética funcional. La mitad de los participantes disfrutó de una noche de sueño reparador en el laboratorio del sueño antes de la tarea, mientras que la otra mitad permaneció despierta toda la noche. Durante la tarea de supresión de recuerdos, los participantes que habían descansado bien mostraron una mayor activación en el córtex prefrontal dorsolateral derecho -una región del cerebro que controla los pensamientos, las acciones y las emociones- en comparación con los que habían permanecido despiertos toda la noche. Los participantes que habían descansado bien también mostraron menos actividad en el hipocampo -una región del cerebro implicada en la recuperación de la memoria- durante los intentos de suprimir recuerdos no deseados.
Entre los participantes que habían dormido en el laboratorio, los que habían pasado más tiempo en sueño REM eran más capaces de activar el córtex prefrontal dorsolateral derecho durante la supresión de recuerdos, lo que sugiere que el sueño REM desempeña un papel en el restablecimiento de los mecanismos de control prefrontal que sustentan la capacidad de evitar que los recuerdos no deseados entren en la conciencia. En conjunto, los investigadores afirman que estos resultados ponen de relieve el papel crucial del sueño para mantener el control sobre nuestros recuerdos y nuestros pensamientos.