La menopausia afecta a todos los sistemas del organismo femenino. Análisis recientes sugieren que el sueño es un área en la que las mujeres mayores suelen sufrir.
Las mujeres son desproporcionadamente propensas a sufrir trastornos del sueño, un misterio que los investigadores han explorado pero que nunca se ha resuelto del todo. Se han propuesto muchas causas de esta falta de sueño de calidad, desde las hormonas femeninas hasta el estrés de la vida moderna. Nuevas investigaciones en cronobiología han descubierto que las mujeres en la menopausia son especialmente propensas a padecer insomnio, ya que más de un tercio de ellas lo sufren.
Los efectos del insomnio
El insomnio es más que un trastorno nocturno; los efectos de las noches sin dormir pueden dejar a las personas agotadas, con más probabilidades de sufrir accidentes mortales e incluso con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas. La falta de sueño de calidad puede afectar a casi todos los aspectos de la vida y la salud. Sin embargo, ¿por qué las mujeres -y las perimenopáusicas en particular- son tan desproporcionadamente propensas a las noches de insomnio?
El ritmo circadiano de la menopausia
Los efectos secundarios de la menopausia siguen un ritmo circadiano. Las mujeres son más propensas a sufrir sofocos, o sensaciones de malestar e incluso calor insoportable, por la noche. Este es el momento en que la temperatura corporal central es más alta, por lo que el momento de aparición de este síntoma tiene sentido a nivel intuitivo.
Además, las mujeres menopáusicas descubrirán que muchos de sus síntomas siguen un ritmo circadiano. Esto se debe probablemente a los efectos del ritmo circadiano sobre la producción de estrógenos. Como ocurre con muchas hormonas, la producción de estrógenos sigue un ciclo de 24 horas, además del ciclo mensual. Dado que muchos de los efectos secundarios de la menopausia están relacionados con la disminución de las hormonas reproductoras femeninas, estos síntomas pueden variar con respecto a un horario diario predecible.
Cambios hormonales y sueño
Sin embargo, el vínculo entre el ritmo circadiano y la menopausia va en ambos sentidos. Una escasez de hormonas femeninas afectará al ritmo circadiano, como sugieren datos recientes sobre el insomnio. La temperatura es una parte fundamental del ritmo circadiano; la temperatura de nuestro cuerpo sube por la tarde y baja por la noche. Cuando las mujeres no consiguen refrescarse a tiempo para irse a la cama, pueden ser incapaces de conciliar el sueño o de mantenerlo. Los investigadores creen que el estrógeno puede estar implicado en la detección de la temperatura en el hipotálamo, lo que complica aún más una cuestión compleja.
Además, la progesterona, una hormona femenina que parece contribuir a conciliar el sueño, desciende a niveles bajos durante y después de la menopausia. Las investigaciones han descubierto que las mujeres no duermen tan bien durante los periodos de sus ciclos mensuales en los que la progesterona está baja, como durante la menstruación. Dado que los niveles de progesterona se deprimen de forma permanente y constante en la menopausia, la falta de progesterona puede ser un poderoso factor causante del insomnio menopáusico.
Dado que todas las mujeres experimentarán la menopausia, es importante que los profesionales sanitarios comprendan este proceso natural. La nueva información puede conducir a nuevos tratamientos que hagan el cambio de vida más cómodo y agradable para las mujeres que atraviesan la menopausia. Además, existe un potencial para la cronoterapia siempre y cuando se identifiquen firmemente los vínculos causales. Mientras tanto, los investigadores recomiendan que las mujeres que padecen insomnio sigan las recomendaciones habituales para este trastorno, que incluyen niveles bajos de luz por la noche y suplementos de melatonina cuando sea necesario.