Una nueva investigación sugiere que la luz azul por la noche puede tener un efecto adverso en la forma en que el organismo metaboliza la glucosa.
La prevalencia de la diabetes y otras enfermedades metabólicas no ha dejado de aumentar en las últimas décadas. Alrededor de la mitad de los adultos de Estados Unidos padecen diabetes o su precursor, la prediabetes, y las cifras siguen aumentando. Esta enfermedad afecta a millones de personas en todo el mundo. ¿Podría deberse en parte al aumento de la luz azul en nuestro entorno? Un nuevo estudio ha analizado la forma en que la luz azul afecta a nuestro metabolismo y ha descubierto una posible relación.
Luz azul y melatonina
Los seres humanos estamos diseñados para estar despiertos cuando hay luz y dormidos durante la mayor parte de las horas de oscuridad. Cuando nuestras retinas perciben niveles bajos de luz, transmiten un mensaje al núcleo supraquiasmático del hipotálamo. El SCN indica entonces a la glándula pineal que produzca melatonina, que es la hormona que provoca el sueño, así como las actividades metabólicas que tienen lugar durante el sueño. Esta melatonina no se produce en niveles tan altos cuando estamos expuestos a la luz, en particular a la luz azul. Es muy probable que la luz azul, que es la que predomina en los aparatos eléctricos, nos quite literalmente el sueño. Pero, ¿qué tiene esto que ver con el metabolismo?
¿Cómo afecta la luz al metabolismo?
Una nueva investigación sugiere que la luz azul brillante que inunda nuestro mundo puede hacer que nuestro metabolismo sea más lento, contribuyendo a la resistencia a la insulina y, finalmente, a la diabetes. Se expuso a voluntarios adultos a luz azulada en diferentes momentos del día y se les pidió que comieran mientras se sometían a esta exposición lumínica. Las personas que se expusieron a la luz brillante mientras comían por la noche mostraron niveles más altos de glucosa, más resistencia a la insulina y un metabolismo más lento de sus comidas. Esto confirma estudios anteriores sobre la relación entre la luz y el metabolismo, según los cuales las personas que reciben la mayor parte de su exposición a la luz por la mañana tienen metabolismos más rápidos. Ivy Cheung, la investigadora neurológica que dirigió este estudio, comentó,
«Nuestros hallazgos muestran que la insulina fue incapaz de devolver de forma aguda los niveles de glucosa a un nivel basal tras una comida con exposición a la luz brillante por la tarde. Los resultados de este estudio ponen de relieve que nuestro entorno lumínico influye en los resultados de nuestra salud.»
Las personas que comen por la noche mientras están expuestas a altos niveles de luz azul presentan una glucemia más elevada y una menor respuesta de la insulina. Con el tiempo, este metabolismo lento hará que las personas sean más pesadas, pero hay efectos aún más graves. Un nivel elevado y constante de glucosa en sangre puede acabar provocando diabetes de tipo 2 y otras enfermedades graves.
¿Puede la luz afectar a la cintura?
Aunque habrá que seguir estudiando el tema, hay algunas implicaciones poderosas para la salud pública. En teoría, las personas podrían ser capaces de estimular su metabolismo y disminuir el riesgo para la salud simplemente modificando los niveles de luz de su entorno. Los diabéticos podrían controlar mejor su enfermedad controlando la exposición a la luz, lo que evitaría algunas de las complicaciones de la diabetes no controlada.
Además, esta conexión entre luz brillante y metabolismo lento puede explicar por qué la alimentación restringida en el tiempo parece mejorar tanto la actividad metabólica como la salud general. Las personas que comen cuando su metabolismo es más alto y evitan los alimentos en los momentos de menor actividad de la insulina podrán, naturalmente, perder peso más rápidamente.
Las investigaciones parecen indicar que el momento de comer y las condiciones del entorno pueden importar tanto como la elección de los alimentos y el recuento de calorías. Si algo tan sencillo y fácil de controlar como los niveles de luz está detrás del reciente repunte de las enfermedades metabólicas, es posible que las personas puedan reducir su peso y su riesgo de enfermedad con unos sencillos cambios. Es una gran noticia para quienes luchan contra la prediabetes o la diabetes, así como para la salud pública en general.