La sincronización lo es todo, y más en la biología circadiana. El cuerpo humano funciona como un reloj cuando goza de buena salud, pero estos intrincados ritmos pueden verse alterados por la enfermedad. En algunas enfermedades, la identificación de estos relojes internos alterados puede ser clave para un tratamiento nuevo y más eficaz. El cáncer es una de las muchas enfermedades en las que las nuevas investigaciones sobre biología circadiana pueden salvar vidas.
El cáncer y el ritmo circadiano
En muchos sentidos, el cáncer es una cuestión de sincronización. Las células normales crecen y mueren de una forma muy regimentada, determinada por los genes del reloj. Cuando estos genes mutan o no funcionan con normalidad, las células pueden empezar a crecer de forma incontrolada, matando a las células sanas que las rodean. La mayoría de los cánceres surgen de una de las diversas mutaciones conocidas de los genes reguladores del ciclo celular. Este conocimiento moderno de cómo se produce el cáncer y cómo se comportan las células cancerosas ha dado lugar a tratamientos nuevos e innovadores que pueden combatir el cáncer con menos efectos secundarios.
El oncogén Myc: La codificación del cáncer
Muchos cánceres se han relacionado con el oncogén Myc, un gen muy implicado en la regulación del ciclo celular. Hasta el 70 por ciento de los cánceres implican una mutación en este gen. Cuando este gen está sano, garantiza que crezcan y maduren las células justas en los distintos órganos. No se producen células nuevas a menos que sea necesario, y las células dañadas se reciclan. Este proceso es crucial para mantener los tejidos sanos y funcionales. Sin embargo, cuando el gen Myc está mutado, ya no detiene el crecimiento celular cuando es necesario. El resultado es que las células cancerosas pueden crecer sin control y extenderse a otras partes del cuerpo.
Detener los relojes internos
Un nuevo estudio en cronobiología ha descubierto que Myc también desempeña un papel en el ritmo circadiano y que éste se resiente en las células que sufren cambios cancerosos. Las proteínas fabricadas por el gen Myc se unen a ciertos segmentos de ADN responsables del ritmo circadiano y otros relojes internos. El resultado es la sobreproducción de proteínas y un cambio en la sincronización del ciclo celular. Todas las partes del metabolismo se ven afectadas por estos cambios en el ritmo circadiano, o ritmo biológico de 24 horas de nuestro cuerpo, incluidos el crecimiento y la diferenciación.
Aplicar los nuevos conocimientos a nuevos tratamientos
¿Cómo pueden aplicarse estos conocimientos a los tratamientos contra el cáncer? La cronofarmacología, es decir, el estudio de cómo programar las terapias para que produzcan el máximo beneficio y el mínimo perjuicio, es especialmente importante en los tratamientos contra el cáncer. Los investigadores han descubierto que algunos tratamientos son más eficaces o tienen menos efectos secundarios a determinadas horas del día. Saber que las células cancerosas funcionan con un reloj alterado es una información valiosa a la hora de planificar el momento de la quimioterapia. Muchos de los fármacos quimioterapéuticos más nuevos y prometedores atacan a las células en un momento específico de su ciclo celular y deben programarse para que las células cancerosas se encuentren en esta fase mientras que las sanas no.
Las nuevas investigaciones sobre biología circadiana se utilizan cada día para mejorar la salud y tratar enfermedades. Nuestros relojes internos son uno de los factores más importantes de nuestra salud y bienestar diarios, por lo que es importante mantenerlos en buen estado de funcionamiento.