Aunque los adolescentes se consideran adultos, en realidad tienen necesidades muy especiales. Sus cuerpos y hormonas cambian rápidamente a medida que atraviesan los últimos brotes de crecimiento y terminan la pubertad. La mayoría de los adolescentes necesitan entre nueve y diez horas de sueño por noche, pero la mayoría no lo consigue. Si los adolescentes estadounidenses necesitan dormir más, ¿por qué no duermen lo suficiente?
Un cambio circadiano
El ritmo circadiano es una de las muchas cosas que cambian durante la pubertad. El ritmo circ adiano es un reloj de 24 horas que controla los distintos ciclos. Estos ciclos son muy importantes para diversas funciones, pero especialmente para los ciclos de sueño-vigilia. Uno de los principales cambios es que los ritmos circadianos controlados por el núcleo supraquiasmático del cerebro sufren un retraso de la fase de sueño en la pubertad. Los niños y los adultos mayores tienen relojes internos programados para liberar melatonina y provocarles sueño por la noche, hacia las 20 o 21 horas. Esto se desplaza a las 22 u 23 horas en la pubertad. El resultado es que los adolescentes se duermen más tarde y deben despertarse más tarde para dormir lo suficiente. Hay varias razones por las que esto no es posible o factible para muchos adolescentes.
Demasiadas distracciones
Si conoces a un adolescente, entonces sabrás de la gran cantidad de tiempo frente a la pantalla que tienen los adolescentes modernos. Smartphones, tabletas, ordenadores y televisores son una constante en la vida de la mayoría de los adolescentes. Los adolescentes occidentales prácticamente viven delante de una pantalla.
¿Cómo afecta esto a estos adolescentes? Según un estudio de 2012 publicado en la revista médica BMJ Open, los adolescentes que pasan mucho tiempo frente a una pantalla duermen mucho menos. Los que están delante de un dispositivo cuatro horas al día o más tienen más del triple de probabilidades de dormir menos de cinco horas cada noche. Además, estos adolescentes eran más propensos a necesitar más de una hora para conciliar el sueño.
Con la tecnología cada vez más omnipresente, es posible que los adolescentes duerman menos que nunca. Esto supone un cambio negativo para su salud física y emocional.
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¿Son malos los horarios escolares para los adolescentes?
Si un adolescente está biológicamente programado para irse a dormir más tarde, entonces necesita levantarse más tarde para satisfacer sus necesidades físicas mínimas. Sin embargo, la mayoría de los institutos no tienen en cuenta esta necesidad. La Academia Americana de Pediatría emitió una declaración en la que afirmaba que las horas de inicio temprano de la escuela son realmente malas para la salud de niños y adolescentes, ya que provocan más accidentes de coche, malos hábitos alimenticios, menor capacidad para aprender información y depresión.
En la declaración se pide que los colegios empiecen a las 8.30 de la mañana o más tarde. Sin embargo, sólo el 14% de las escuelas lo cumplen. El resultado es una nación de adolescentes incapaces de dormir según sus relojes naturales.
Horarios ocupados, vidas ocupadas
Además de tener una cantidad desfavorable de tiempo de pantalla y horarios escolares irrazonablemente tempranos, muchos adolescentes también sufren de falta de sueño debido a las exigencias de sus vidas. Tendemos a pensar en la infancia como una época despreocupada, pero esto no es cierto en el caso de muchos adolescentes. Además de ir al colegio todo el día, llegan a casa con una gran variedad de actividades extraescolares y deberes. Los adolescentes suelen tener horarios diarios que se llenan desde primera hora de la mañana hasta la noche.
Este ritmo sería agotador y estresante para un adulto, pero lo es aún más para un adolescente en edad de crecimiento. Además, el estrés combinado con la falta de sueño puede causar alteraciones en el ritmo circadiano del adolescente. Esto no sólo afecta al sueño. Apenas estamos empezando a descubrir los efectos de la alteración de los ritmos biológicos, pero sabemos que los relojes internos del cuerpo afectan al aprendizaje, el metabolismo, el estado de ánimo y mucho más. Alterar el ritmo diurno natural del cuerpo durante los años de formación puede tener efectos sobre la salud para toda la vida.
¿Su hijo duerme lo suficiente?
Hay varias formas de saber si su hijo está durmiendo lo que necesita. Si le cuesta despertarse o parece demasiado cansado por la tarde, es probable que necesite dormir más. Si se duerme con facilidad durante el día o necesita “recuperar” el sueño durante el fin de semana, también es señal de que le falta cantidad de sueño. Además, muchos adolescentes que no duermen lo suficiente muestran signos de TDAH, como falta de atención y bajada de notas.
Permitir que los adolescentes duerman lo suficiente es esencial para su salud y bienestar. Sin embargo, a una edad en la que necesitan dormir más que nunca, en realidad duermen menos. Ayudar a un adolescente a aprender buenos hábitos de higiene y sueño es un regalo que durará toda la vida.