Según la Fundación Nacional del Sueño, la definición de insomnio es “dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormido, incluso cuando una persona tiene la posibilidad de hacerlo”. El insomnio puede presentarse como agudo o crónico. Se calcula que la forma crónica de insomnio la padece aproximadamente 1 de cada 10 estadounidenses, y este trastorno del sueño puede degradar gravemente la calidad de vida de quienes lo sufren. Las mujeres son algo más propensas a padecer insomnio que los hombres. Por lo general, las personas mayores sufren más insomnio que los jóvenes.
Quienes han padecido insomnio pueden confirmar que se convierte fácilmente en un círculo vicioso: la dificultad para dormir puede provocar ansiedad y estrés por el sueño perdido, y este estrés mantiene despierto al paciente aún más tiempo. Durante décadas se ha asumido que el insomnio es principalmente psicológico y que se inicia y perpetúa por la preocupación y los pensamientos estresantes. Sin embargo, ahora se sabe que esta visión del insomnio es unidimensional y no representa toda la verdad. Ahora, una nueva investigación arroja luz sobre los orígenes genéticos del insomnio.
La investigación identifica los genes del insomnio
La investigación en cuestión fue realizada por un equipo dirigido por los profesores holandeses Danielle Posthuma y Eus Van Someren y se publicó en la revista Nature Genetics. Para la investigación, los miembros del equipo utilizaron lo que se denomina un estudio de asociación de todo el genoma, un método de exploración rápida del ADN humano en busca de marcadores genéticos de enfermedades específicas. Los investigadores también aplicaron otro proceso denominado estudio de asociación basado en genes de todo el genoma, que es un método que se centra más en los genes individuales para examinar las correlaciones entre las variaciones génicas.
Estos métodos de análisis genético se utilizaron en el ADN de más de 113.000 participantes, la mayoría mayores de 50 años. Los investigadores descubrieron siete genes diferentes que pueden influir en el riesgo genético de padecer insomnio. Investigaciones anteriores han descubierto que muchos de estos mismos genes del insomnio también están asociados a otras afecciones, como la ansiedad, la depresión y el síndrome de las piernas inquietas. Esto implica que quienes padecen insomnio tienen más probabilidades de sufrir también estos otros trastornos y viceversa.
Sin embargo, el síndrome de las piernas inquietas, en particular, fue el trastorno con mayor solapamiento genético con el insomnio. Con esta afección, los pacientes experimentan un impulso irresistible de mover las piernas. El movimiento compulsivo de las piernas se agrava por la noche, lo que dificulta conciliar el sueño y contribuye fácilmente a la aparición del insomnio. Hasta 1 de cada 10 estadounidenses padece el síndrome de las piernas inquietas.
Se cree que los factores genéticos se aplican principalmente al insomnio crónico. El insomnio agudo de corta duración puede no tener una base genética, sino que está causado por factores ambientales como el estrés, los viajes, el consumo de sustancias y las enfermedades.
¿Tener genes del insomnio garantiza el insomnio?
La base genética de este trastorno del sueño no es tan sencilla como podría pensarse. La presencia de ciertos genes relacionados con el insomnio puede no ser suficiente para desencadenar el desarrollo del trastorno. Diversos factores pueden determinar si un gen se expresa o no. Por ejemplo, una persona puede ser portadora de marcadores genéticos del insomnio, pero no experimentar el trastorno del sueño hasta que el estrés excesivo hace que los genes relacionados con el insomnio se “activen”.
A su vez, la privación de sueño causada por el insomnio puede afectar a la expresión de más de varios genes. De hecho, las investigaciones han descubierto que incluso una semana de privación leve del sueño afecta a la expresión de 711 genes distintos. Dormir durante el día en lugar de por la noche, una práctica que reduce enormemente la calidad del sueño, puede alterar la función natural de hasta un tercio de todos los genes de un paciente.
Los efectos de las alteraciones del sueño sobre la genética pueden explicarse por el ritmo circadiano. El ritmo circadiano es el ciclo de 24 horas que, en su nivel más básico, es responsable del ritmo de vigilia y sueño. Sin embargo, también están entrelazadas con el ritmo circadiano innumerables funciones corporales como la respuesta inmunitaria, el metabolismo, la inflamación, la digestión y, por supuesto, la expresión genética. La privación de sueño y dormir durante el día confunden el ritmo circadiano, y todos los procesos anatómicos influenciados por el ritmo circadiano sufren como resultado.
Formas de dormir mejor
Lahigiene del sueño se refiere a un conjunto de prácticas que fomentan un sueño de calidad y conciliar el sueño rápidamente. Quienes padecen insomnio deben tomar medidas como:
- acostarse y levantarse a la misma hora todos los días
- no hacer comidas copiosas pocas horas antes de acostarse
- limitar el consumo de cafeína y no consumirla menos de 6 horas antes de acostarse
- apagar las luces y las pantallas electrónicas una hora antes de acostarse para favorecer la secreción de melatonina
- utilizar el dormitorio sólo para dormir y mantener relaciones sexuales, con el fin de crear una asociación psicológica que favorezca un buen sueño
- evitar el alcohol y la nicotina, especialmente un par de horas antes de acostarse
Si los síntomas del insomnio persisten a pesar de las precauciones de higiene del sueño, el siguiente paso es probar suplementos naturales que favorecen el sueño. Lo ideal es tomar estos suplementos una o dos horas antes de acostarse. Algunos buenos ejemplos de suplementos orales para aliviar el insomnio son la melatonina, la pasiflora, la manzanilla, la lavanda, la valeriana y el lúpulo. Los suplementos naturales pueden proporcionar alivio sin los efectos secundarios ni el elevado coste asociado a muchos medicamentos recetados para dormir.
Sin embargo, si los síntomas del insomnio persisten a pesar de la higiene del sueño y los suplementos para dormir, el paciente debe visitar a su profesional médico. En casos de insomnio de moderado a grave, puede ser necesario recurrir a medicamentos recetados.