Nuevas investigaciones sugieren que dormir lo suficiente es crucial para una buena salud respiratoria. El asma y otras enfermedades de las vías respiratorias parecen ser consecuencias del insomnio.
Uno de cada 10 niños y uno de cada 12 adultos padecen asma, una enfermedad respiratoria que puede ser mortal si no se trata. Las personas con asma sufren una inflamación crónica de las vías respiratorias que puede comprometer gravemente o incluso impedir la respiración. Un nuevo estudio ha descubierto que el sueño y el asma pueden estar relacionados: las personas que padecen insomnio sufren asma tres veces más que las que duermen bien. El asma y otras enfermedades crónicas de las vías respiratorias pueden ser una de las muchas consecuencias del insomnio.
Vínculos entre el asma y el ritmo circadiano
Las personas con insomnio tienen problemas para conciliar el sueño, para permanecer dormidas o para obtener el sueño reparador de alta calidad que necesitamos para estar sanos. Hasta la mitad de la población occidental padece insomnio en algún momento de su vida. Sin embargo, un porcentaje menor padece insomnio crónico, en el que la lucha por conciliar el sueño es una preocupación constante y no un problema temporal. Esto puede tener consecuencias devastadoras, entre ellas un mayor riesgo de desarrollar asma.
Los investigadores analizaron a casi 20.000 personas, entre las que había personas que sufrían diversos grados de insomnio y otras que dormían bien. Los que padecían insomnio crónico, es decir, problemas para conciliar el sueño o permanecer dormidos durante 10 años o más, tenían un mayor riesgo de desarrollar asma. La probabilidad de desarrollar asma aumentaba con la gravedad del insomnio; las personas que presentaban síntomas casi todas las noches en este periodo de 10 años tenían un 92% de probabilidades de desarrollar esta enfermedad de las vías respiratorias.
Asma y enfermedad de las vías respiratorias: ¿Consecuencias del insomnio?
¿Cómo pueden afectar a los pulmones problemas de sueño como el insomnio? Aunque por el momento se desconocen los vínculos, los médicos y científicos creen que la alteración del ritmo circadiano del cuerpo, o ciclo de 24 horas, puede alterar el ritmo circadiano innato de los pulmones. Como todos los órganos, los pulmones tienen su propio reloj biológico. El cortisol y otras hormonas mejoran la función respiratoria durante el día, cuando estamos más activos. Las moléculas inflamatorias, que son parte de la causa del asma, también tienen un ritmo circadiano claro. Se liberan más moléculas inflamatorias a última hora de la noche y muy temprano por la mañana, que es también cuando los síntomas del asma tienden a ser peores.
Por la noche y por la mañana temprano se producen más ataques mortales de asma que en cualquier otro momento. ¿Es posible que dormir mal esté agravando el asma? Serán necesarios más estudios en este campo, pero parece que el insomnio es un problema que amenaza más la vida de las personas con enfermedades crónicas de las vías respiratorias de lo que creíamos. Tratando el insomnio de forma más eficaz, los médicos podrían prevenir algunos de los ataques más graves que se producen por la noche.
Cronofarmacología: una esperanza para los enfermos de asma
¿Cómo puede utilizarse esta información para mejorar la salud humana? En primer lugar, es muy importante tomarse en serio el insomnio como un factor de riesgo importante para varios tipos diferentes de enfermedades potencialmente mortales. Múltiples estudios han demostrado que las consecuencias del insomnio van mucho más allá de unas cuantas noches sin dormir.
En segundo lugar, la cronofarmacología puede resultar muy prometedora en el tratamiento del asma y otras enfermedades de las vías respiratorias. La cronofarmacología es la ciencia que estudia el momento oportuno para que los medicamentos y tratamientos sean más eficaces. Aunque antes creíamos que la mayoría de los tratamientos eran eficaces independientemente del momento en que se tomaran, las nuevas investigaciones sugieren que trabajar con nuestros relojes biológicos innatos puede ser más eficaz. Por ejemplo, las personas asmáticas suelen tomar esteroides y otros fármacos inmunosupresores para reducir la inflamación de las vías respiratorias. Tomar estos medicamentos justo antes de acostarse puede prevenir los ataques cuando es más probable que sean más graves. Del mismo modo, tomar fármacos como el albuterol por la noche puede mantener las vías respiratorias más abiertas en un momento en que esto es muy preocupante.
Tanto el insomnio como el asma pueden ser enfermedades difíciles de tratar. Incluso con la multitud de fármacos que existen en el mercado para tratar la enfermedad de las vías respiratorias, los médicos siguen luchando a menudo por encontrar la combinación que permita a sus pacientes respirar con facilidad. Aprender más sobre la conexión entre estos dos trastornos puede conducir a tratamientos nuevos e innovadores que permitan a más personas obtener el descanso y el aire fresco que necesitamos para sobrevivir.