Nuevas investigaciones sugieren que la osteoporosis podría añadirse pronto a la larga lista de enfermedades crónicas relacionadas con la falta de sueño y otros trastornos del sueño.
La osteoporosis es una de las enfermedades más comunes y debilitantes de la vejez. Alrededor de la mitad de las ancianas y una cuarta parte de los ancianos sufrirán una fractura ósea a causa de esta enfermedad en algún momento de sus años dorados. Aunque existen muchos tratamientos nuevos e innovadores para esta enfermedad, así como para su precursora, la osteopenia, sigue afectando a la movilidad y la salud de millones de personas cada año. Nuevas investigaciones sugieren que esta enfermedad puede estar relacionada con la privación de sueño a largo plazo.
Privación de sueño y densidad ósea
¿Es frecuente la privación del sueño? Muchas personas la sufren durante meses al ser padres primerizos; otras pierden horas de sueño de forma rutinaria debido a sus estudios o a su carrera profesional. Para algunos, un trastorno circadiano es la razón de una larga racha de noches sin dormir. Sea cual sea el motivo de su falta de sueño, las nuevas investigaciones apuntan a que puede estar impidiendo la formación de huesos fuertes.
Los huesos se descomponen y reconstruyen constantemente para mantener una fuerza y densidad óptimas. Este proceso implica una serie de pasos que liberan marcadores en nuestro torrente sanguíneo, entre ellos uno llamado P1NP. Los investigadores midieron la P1NP en la sangre de hombres que dormían con normalidad y de los que lo hacían en condiciones de privación de sueño en un laboratorio, con sólo cuatro horas de sueño por noche. Los hombres que no descansaron tanto tenían niveles mucho más bajos, lo que indica una menor formación ósea. Este efecto fue especialmente notable en los hombres más jóvenes, que presentaron un descenso del 28% en este marcador y, por tanto, una probable fortaleza ósea. Además, los marcadores de descomposición ósea se mantuvieron igual de altos, lo que indica que los huesos se estaban descomponiendo sin que se produjera el proceso de reconstrucción. La falta de reconstrucción de los huesos con el tiempo conduce a huesos más débiles, lo que llamamos osteopenia, e incluso osteoporosis.
¿Qué es la osteoporosis?
Este no es el primer estudio que encuentra una relación entre los trastornos del sueño y la osteoporosis. Un estudio de 2016 descubrió que los ratones que fueron expuestos a luz constante desarrollaron ritmos circadianos irregulares y, posteriormente, osteoporosis. Sin embargo, este es el primer estudio que demuestra un vínculo en humanos. ¿Por qué preocupa tanto a los investigadores el aumento de las tasas de osteoporosis? A pesar de las últimas tecnologías médicas y de la amplia disponibilidad de alimentos ricos en calcio, la prevalencia de esta enfermedad en las personas mayores es alta y sigue aumentando. Los costes de esta enfermedad, tanto económicos como humanos, son elevados.
Las personas que padecen osteoporosis tienen los huesos más porosos de lo que deberían. Así, sus huesos no son tan densos ni tan capaces de soportar los retos de la vida diaria. Las personas que padecen esta enfermedad descubren que sus huesos se rompen con muy poco esfuerzo o incluso sin motivo alguno. De hecho, esta enfermedad causa alrededor de tres millones de fracturas y más de 25.000 millones de dólares en facturas médicas cada año sólo en Estados Unidos. Existen varios factores de riesgo conocidos, como el uso de determinados medicamentos y el diagnóstico de ciertas enfermedades. Además, parece que tener un ciclo de sueño interrumpido también puede ser un factor de riesgo.
Fortalecer los huesos de forma natural
Si quiere evitar la osteoporosis, hay varios cambios en su estilo de vida que pueden marcar una diferencia significativa en la fortaleza y densidad de sus huesos. Este estudio sugiere dormir lo suficiente, pero también puede intentarlo:
- Hacer ejercicio con regularidad, especialmente ejercicios con pesas.
- Evitar fumar y consumir tabaco
- Seguir una dieta rica en calcio.
- Tomar suficiente vitamina D, ya sea del sol o de un suplemento.
Mantener los huesos fuertes y sanos es esencial para llevar una vida larga y saludable. Sin embargo, esta nueva investigación en cronobiología sugiere que hay algo más que beber más leche para conseguirlo. Mantener un ritmo circadiano equilibrado es una decisión crucial en el estilo de vida que puede tener efectos inmensos tanto en la salud a largo como a corto plazo.