Aunque los investigadores siguen sin saber por qué los ritmos circadianos desajustados pueden suponer una amenaza para el bienestar a largo plazo de las personas que sufren alteraciones prolongadas o recurrentes de los ciclos sueño-vigilia, la ciencia demuestra continuamente que es un factor importante en una serie de enfermedades. En el caso de las mujeres, la alteración del ritmo circadiano puede incluso aumentar el riesgo de cáncer de mama.
Aunque los científicos siguen trabajando para desentrañar todos los interrogantes sobre cómo afectan los ritmos circadianos a las células cancerosas, algunos estudios nuevos están arrojando luz sobre el tema como nunca antes.
Luz artificial y melatonina
Uno de los principales culpables de todo este dilema es la luz artificial. Aunque los científicos todavía no lo entienden todo sobre cómo interactúan la luz y la melatonina, sus conocimientos van en aumento. Según el doctor Russell Foster, del Imperial College School of Medicine de Londres:
“No es la visión, sino algún otro sistema de fototransducción en la retina el que provoca la supresión de la melatonina en respuesta a la luz”.
Los científicos han descubierto que la luz brillante regular por la noche puede suprimir la producción de melatonina. La melatonina no sólo inhibe el crecimiento del cáncer, sino que los estudios sugieren que también aumenta la producción de estrógenos al tiempo que limita su receptividad. Su supresión puede desequilibrar hormonalmente el organismo.
Los médicos saben que un desequilibrio hormonal puede inclinar fácilmente la balanza hacia el cáncer de mama. Comprender los mecanismos por los que esas hormonas se desequilibran es imprescindible para cualquier programa de prevención, y esta nueva información puede proporcionar a las mujeres consejos prácticos. Si las mujeres se ciñen a los horarios normales de luz diurna y evitan las profesiones que requieren pasar largas horas bajo luces artificiales mientras el cuerpo pide a gritos dormir, pueden tener muchas más posibilidades de evitar el cáncer de mama.
Cómo sabemos que la luz artificial es la culpable
Una prueba de que la luz artificial es culpable de introducir el desequilibrio circadiano es que las mujeres ciegas tienen una marcada ventaja a la hora de evitar el cáncer de mama. Según el doctor Richard Stevens, presidente de la conferencia de los NIH y epidemiólogo del cáncer:
“Inicialmente se pensó que las mujeres ciegas podrían tener un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama, porque algunos estudios han informado de que tienen una menarquia más temprana y un retraso en la edad fértil, ambos factores que se ha visto que aumentan el riesgo de cáncer de mama en las mujeres, sin embargo, se ha encontrado que estas mujeres tienen un menor riesgo de desarrollar la enfermedad.”
Stevens y sus colegas han anunciado recientemente sus hallazgos, que demuestran que cuanto más discapacitada visual es una mujer, menos probabilidades tiene de que le diagnostiquen un cáncer. Esta investigación, unida al descubrimiento de que las mujeres que suelen trabajar en el turno de noche tienen una incidencia considerablemente mayor de cáncer de mama, sugiere a los científicos que la supresión de melatonina es consecuencia de la exposición a la luz artificial en mitad de la noche.
Mientras que las mujeres que ejercen profesiones como la de azafata de vuelo suelen tener una mayor incidencia de cáncer de mama que otras trabajadoras del primer turno, las personas ciegas o con discapacidad visual disfrutan de una disminución del 15 por ciento en la incidencia de cáncer. Aunque las razones de esto no se entienden del todo, un ritmo circadiano desajustado causado por la incidencia de la luz en los momentos equivocados tiene un impacto, y los científicos están trabajando duro para entender los vínculos más plenamente.
Para las mujeres interesadas en prevenir el cáncer de mama, la opción obvia debería ser ceñirse a las horas de luz diurna y evitar las luces brillantes en mitad de la noche. Aunque muchas mujeres podrían pensar que están fuera de peligro porque no trabajan en el turno de noche, también deberían tener cuidado y evitar quedarse despiertas hasta tarde mirando el móvil o la televisión, ya que la luz artificial de muchos tipos puede suprimir la melatonina que protege el cuerpo y mantiene estables los niveles hormonales.
A medida que se pone más énfasis en comprender la cronobiología y cómo el cuerpo humano se ve afectado por los ritmos circadianos, es probable que muchos otros problemas de salud que han preocupado a las personas durante décadas demuestren tener un vínculo con la biología circadiana. Esto demuestra que los antiguos tenían razón cuando decían: “Para todo hay una estación, y un tiempo para cada propósito bajo el cielo”.
Incluso hay un tiempo para despertarse y otro para dormir.